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Convencional Chahin (DC) espera que la nueva Mesa tenga “un liderazgo político mucho más fuerte”

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Agencia Uno
POR Paul Follert |

El convencional Fuad Chahin (DC) apoya un semipresidencialismo atenuado. En entrevista con PAUTA, advierte que el éxito del proceso constituyente no está asegurado y llama a la “moderación”.

Participó del “Acuerdo por la Paz” que dio el paso al proceso constituyente. Luego fue electo por el Distrito 22, donde obtuvo 11 mil 400 votos. Fue el único convencional electo de la Democracia Cristiana y adentro formó el Colectivo del Apruebo, junto con exmiembros de la Concertación como Felipe Harboe (PPD) y Eduardo Castillo (PPD). 

Durante el proceso constituyente, Fuad Chahin, expresidente de la Democracia Cristiana y exdiputado, participó de la Comisión de Reglamento, donde defendió el cuórum de dos tercios para la aprobación de normas constitucionales. En esa misma línea, afirma ser el diseñador de la estrategia que aseguró la aprobación del cuórum de dos tercios, luego de que propusiera que dicho cuórum fuera aprobado por mayoría simple

Ahora forma parte de la Comisión de Sistema Político, donde ya adelantó sus primeras posturas. Es el único integrante que defendió un sistema semipresidencial atenuado, donde existan dos cámaras asimétricas. “Me parece que no podemos seguir teniendo dos cámara espejos”, dice Chahin, quien prefiere un Senado con representación territorial. 

En entrevista con PAUTA, sostiene que las elecciones fueron un llamado de atención para la Convención y que se deben moderar las posiciones. Advierte que el éxito del proceso no está asegurado y que ahora se necesita una Mesa Directiva con mayor “liderazgo político”.

Por un sistema semipresidencial atenuado

-Usted fue el único de la Comisión de Sistema Político que apoyó el semipresidencialismo atenuado. ¿Por qué cree que este es el sistema que debería tener el país? ¿Por qué no genera consensos en el resto de los integrantes?

“Lo primero es que hay ciertos consensos que son evidentes, que tenemos un problema con el hiperpresidencialismo actual, donde tenemos un Presidente con muchas facultades pero que no tiene mayorías en el Congreso […] Algunos plantean pasar a un régimen parlamentario. Yo creo es complejo, por un tema cultural; la gente está acostumbrada a votar por un Presidente que no solo sea un Jefe de Estado sino que tenga funciones de gobierno. Vamos a tener que movernos entre un sistema semipresidencial y un presidencialismo atenuado. Vamos a tener a un Presidente que, a mi juicio, tiene que tener algunas facultades de gobierno, pero que por ejemplo, el Congreso participe de la designación del jefe de Gobierno o el primer ministro, o de un jefe de gabinete, o de un vicepresidente”.

-Pero no queda claro la diferencia entre un sistema semipresidencial atenuado y uno presidencialismo atenuado

“En un semipresidencialismo atenuado, el Congreso participa en la designación de un jefe de gabinete o del primer ministro. Por ejemplo, lo propone el Presidente y lo ratifica la Cámara de Diputados, pero el presidente de la República tendría algunas facultades de Gobierno, por ejemplo, plantear los lineamientos generales del programa que después se negocia con el Congreso y que tiene que implementar el primer ministro o jefe de Gobierno. En cambio en el presidencialismo atenuado, el presidente es el jefe de gobierno y lo que puede hacer el Congreso es, por ejemplo, censurar a un jefe de gabinete que nombra el Presidente de la República”.

-En su presentación en la Comisión habló de un bicameralismo, donde el Senado fuera de representación territorial, pero también sostuvo que podía tener facultades legislativas de cámara revisora pero muy acotada. ¿A cuáles en particular se refería?

“Me parece que no podemos seguir teniendo dos cámara espejos. Soy partidario de mantener el Senado como la representación de las regiones, de los territorios, con facultades en esa línea, por ejemplo, facultades legislativas de la ley de presupuesto para poder defender los presupuestos de las regiones, en la administración político-administrativa del país […] Desde el punto de vista de cámara revisora, que por ejemplo, tenga competencia para las leyes más importantes como las reformas constitucionales y que pueda en algunos casos, tener el rol que se cumple en las comisiones mixtas, es decir, cuando hay diferencias entre las comisiones y el Pleno de la Cámara de Diputados, que el Senado pueda proponer una alternativa para resolver esa controversia, pero que la última palabra la tenga la Cámara de Diputados”.

Definiciones en justicia: modificar el TC y separar funciones de los jueces

-Esta semana la Comisión de Sistemas de Justicia debatió sobre los temas que abordará ese espacio, donde hubo consenso en separar la función jurisdiccional de la administración del sistema. ¿Apoyaría esa idea de separar estas funciones?

“Estoy absolutamente de acuerdo. Los jueces tienen que dedicarse a administrar justicia, no administrar el sistema, y también tenemos que cambiar completamente el sistema de nombramiento de los jueces. A mi juicio tiene que existir un consejo de la magistratura, un órgano externo, hay distintos modelos […] Asimismo, cambiar el sistema de nombramiento de jueces y ministros de los tribunales superiores de justicia”.

-Respecto del Tribunal Constitucional, ¿está por eliminar el TC o hacerle modificaciones sustantivas? 

“No estoy por eliminarlo, estoy por hacer cambios importantes. Hay que cambiar la configuración, el sistema de nombramiento de sus integrantes y también hay que eliminar el control preventivo que hoy tiene. Debe seguir existiendo como un órgano de control de la constitucionalidad, pero con un sistema de nombramiento distinto y una integración diferente a la que hoy tiene”.

El impacto de las elecciones

-Usted dijo que el resultado de las elecciones era un llamado a la moderación en la Convención. ¿Ha visto efectivamente esa moderación?

“Sí, yo he visto que se ha tomado conciencia y aquí no tenemos un resultado garantizado […]. Creo que es un llamado de alerta, tenemos que no solo preocuparnos de mejorar la forma, sino que generar un clima que permita avanzar hacia el diálogo y eso es indispensable, porque recordemos que el cuórum de los dos tercios nos obliga a ponernos de acuerdo, tenemos un plazo bastante acotado para poder proponer un nuevo texto”. 

Agrega que la nueva Constitución no debe ser “sectaria ni excluyente, que sea efectivamente una Constitución que interprete a todos los chilenos para poder garantizar el triunfo del apruebo. Hoy eso no está garantizado, depende de lo que hagamos”.

-Pero en concreto, ¿ha visto una moderación? Porque habla de un clima de moderación, pero la discusión reciente sobre las declaraciones de violencia fue bastante intensa.

Siempre hay puntos fuera de la curva, a veces de ambos lados. De ambos extremos se instalan discusiones que son bastante inconducentes y polarizantes que nada aportan al debate constitucional, que justamente vuelven a enrarecer un clima. Yo noto en general que es bastante distinto, pero justamente discusiones como esta, que nos desvían de lo central y que vuelven a establecer una lógica polarizante, no contribuyen a nada”.

-Hubo quienes plantearon extender el tiempo de trabajo de la Convención, pero con el Congreso electo se ve difícil que se logre esa extensión. ¿Ve en riesgo cumplir con los tiempos teniendo en cuenta que ya hubo varias modificaciones al cronograma?

“Nosotros tenemos un cronograma que en los plazos finales no tenemos innovación, estamos planificados para terminar dentro del plazo que establece el periodo prorrogado […] Yo no soy partidario de pedir una nueva prórroga, de que el Congreso pueda extenderlo, creo que es un camino superpeligroso”.

Sobre la nueva Mesa Directiva: “Tenemos que tener un liderazgo político”

-La presidenta Elisa Loncon recibió un nuevo reconocimiento internacional. ¿Cómo evalúa el trabajo de la presidenta en estos cinco meses?

“La presidenta Loncon cumplió una etapa muy importante de instalación y jugó un rol muy significativo, porque creo que esta Convención también es de alguna manera un proceso de sanación de vida, también tiene una especie de catarsis, donde creo yo que esta nueva Constitución tenía que tener muchos símbolos […]. Tenemos una gran oportunidad de tener un nuevo trato entre el Estado con aquellos grupos que han estado históricamente más excluidos. Desde el punto de vista simbólico fue muy importante su presidencia. A partir de enero vamos a iniciar una nueva etapa donde tenemos que tener un liderazgo político mucho más fuerte para poder cumplir con el cronograma”.

-¿Está dispuesto a integrar la próxima Mesa de la Convención? 

“No, yo lo que he dicho es que me estoy concentrando en la Comisión de Sistema Político. No soy candidato a nada, hay personas que están con toda la experiencia y capacidad para poder hacerlo. Yo estoy dispuesto a aportar siempre, pero no está en mi expectativa ni en mi horizonte ocupar algún cargo dentro de la Convención. Mi objetivo es colaborar para que esto funcione, así como colaboramos para lograr que se ratificara el cuórum de los dos tercios, sin necesidad de recurrir a la Corte Suprema ni mucho menos, sino que a través de una estrategia política, donde el Pleno lo ratificó y creo que ahí cumplimos un rol muy importante que sirvió para estabilizar la discusión constitucional”.

-¿El Colectivo del Apruebo va a postular a alguno de sus integrantes?

“No necesariamente. Nosotros como colectivo tenemos todos ese mismo afán, de sumarnos, de aportar. Obviamente, no nos es indiferente quién esté en los cargos”.

-Este jueves presentaron la primera propuesta constitucional, donde proponen el primer artículo de la nueva Constitución. Incluyen el tema de la plurinacionalidad. ¿Qué implicancias tiene respecto de la autonomía de los pueblos originarios?

Lo que proponemos es un capítulo completo y que busca definir todos los principios donde se pone primero la dignidad de la persona humana en el centro, donde se reafirma el carácter democrático de la república, que pasemos a ser un Estado social y democrático de derechos […] También donde manteniendo la unidad soberana; es decir, el Estado unitario desde el punto de vista de su soberanía, nos reconozcamos que somos un país plurinacional, que existen primeras naciones, pueblos anteriores a la existencia misma del Estado, con una cultura, con una cosmovisión, con su lengua, que deben ser reconocidos sus derechos colectivos. Dentro de esos derechos por supuesto que está el derecho a la autonomía que no es soberanía, autonomía es en relación a los territorios donde efectivamente hay una mayoría de los pueblos indígenas de que puedan ejercer una autonomía administrativa respecto de ciertas reglas que les rijan“.