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Harboe: al nuevo Presidente “le conviene que el proceso constituyente termine lo antes posible”

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Agencia Uno
POR Sofia del |

El convencional dice que el Colectivo del Apruebo debe resolver a quién apoyará para la nueva Mesa Directiva de la Convención.

“Cualquiera sea el Presidente que tengamos desde el domingo, va a requerir de una conversación con la nueva mesa de la Convención” indica el convencional Felipe Harboe (ex-PPD, hoy en el Colectivo del Apruebo). Para Harboe (Distrito 19), el punto que importa es que desde el lunes se abra el diálogo entre todas las fuerzas del órgano constituyente.

Si el electo es Gabriel Boric (Apruebo Dignidad), su equipo asesor le debería recomendar rápidamente a todos los convencionales afines que lleguen a los acuerdos más amplios posibles para sacar prontamente el texto, opina el exsenador en esta entrevista con PAUTA. “Eso permitiría que el Presidente va a gobernar en plenitud, cerrar un proceso de manera exitosa y contar además con importantes cuadros para sus equipos de gobierno”, afirma. 

En el caso que el candidato del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast, llegue a La Moneda, se trataría de un Presidente que “ya entendió que el proceso se va a llevar adelante más allá de su opinión personal”.

Harbie defiende la idea de un presidencialismo atenuado y de un sistema bicameral modificado. Y apuesta por una versión de la Constitución que evite los maximalismos. “Pueden atentar contra la aprobación del texto y, por tanto, [llevar al] fracaso del proceso, toda vez que los mecanismos de atajos que estaban pensando algunos -plebiscitos dirimentes o ampliar el plazo de discusión-, van a quedar descartados con la votación de la elección parlamentaria, porque la derecha tiene 25 senadores”, calcula. 

-Independientemente de quién salga electo este domingo, ¿cree que el resultado del domingo pueda influir en el proceso de la Convención? ¿De qué manera? 

“Cualquiera sea el Presidente que tengamos desde el día domingo, va a requerir de una conversación con la nueva mesa de la Convención, porque es muy importante que exista una relación institucional adecuada, pero además al Presidente le va a convenir que el proceso termine lo antes posible. Porque para cualquier Presidente tener una Convención Constitucional funcionando, lo transforma en la práctica en un Presidente de administración o de transición, y por lo tanto va a requerir un diálogo muy estrecho. Yo esperaría que el Presidente electo se reúna con la nueva Mesa Directiva”. 

-¿Puede haber una reconfiguración de alianzas en la Convención Constitucional luego del resultado presidencial? 

“Si el Presidente es Gabriel Boric, mi percepción es que un buen equipo asesor le debería recomendar rápidamente a todos los convencionales del Frente Amplio, Apruebo Dignidad y a quienes forman parte de su coalición, que llegue a los acuerdos más amplios posibles para sacar prontamente el texto, porque eso permitiría que el Presidente va a gobernar en plenitud, cerrar un proceso de manera exitosa y contar además con importantes cuadros para sus equipos de gobierno.  Constanza Schönhaut, Christian Viera, Fernando Atria, Jaime Bassa, Beatriz Sánchez, son personas que tienen un valor importante por la experiencia electoral que tienen, pero además en un escenario donde no hay mucho cuadro preparado”. 

-¿Y si José Antonio Kast es electo Presidente?

“Si sale José Antonio Kast yo creo que va a entender… o sea, ya entiende que el proceso se va a llevar adelante más allá de su opinión personal. Y también creo que si él tuviera un asesor estratégico le daría lo mismo: tratar que el proceso salga bien y rápido, y si por alguna razón en la Convención se le pone alguna norma transitoria que establezca la reducción del mandato, probablemente lo que ocurría, cualquiera sea el Presidente, que el Plebiscito de Salida sería una especie de referédum revocatorio”.

-¿Y no cree que si Kast llega a La Moneda la Convención trate de quitarle más atribuciones al Ejecutivo?

“No, yo creo que no. En la Convención se está debatiendo más allá del Presidente que se elija, porque si la democracia no funciona como está ocurriendo hoy día en el sentido que la relación entre Gobierno y Congreso no es la adecuada, cualquiera sea el que gobierno lo va hacer con escasa legitimidad y eficacia”.

-¿Cómo evalúa que un grupo importante de convencionales (tanto de derecha, centro e izquierda) estén haciendo campaña de manera explícita por uno u otro candidato? 

“Es perfectamente posible que un convencional haga campaña, porque en estricto rigor es una función política, y es muy legítimo que cada uno pueda entregar su apoyo. Creo que está mal entendida la ‘prescindencia’, no me parece adecuado. Distinto es que al interior de la Convención se instalen lógicas más bien partidarias propias de un enfrentamiento, o se traiga el debate electoral al interior de la Convención, pero que cada convencional pueda participar activamente en las campañas lo encuentro totalmente normal”. 

“En Chile se ha llegado a un extremo de intentar anular o establecer una especie de prescindencia de aquellos que tienen cargo, y lo que establece la norma es que no se pueden usar recursos públicos ni jornada laboral. Pero hasta el presidente Obama era el jefe de campaña de Biden en algún minuto o de Hillary en su oportunidad, entonces que de repente se malinterpreta”. 

La nueva Mesa Directiva

-¿Cree que la elección presidencial también influirá en la conformación de la nueva Mesa Directiva?

“No creo. La Mesa Directiva tiene una lógica de composición distinta al tema presidencial. Dentro del Colectivo del Apruebo aún no hemos definido nombres, tenemos una reunión el lunes 20 de diciembre para una decisión colectiva. No vamos a abrir esa puerta de nombres todavía. Nos han pedido. Incluso Patricia Politzer (INN) me llamó el otro día para pedir apoyo y le dijimos que no, que esto lo íbamos hacer en colectivo y hay que esperar, porque para nosotros, más allá del nombre, lo importante es el compromiso, lo que encarna”.

-¿Cómo evalúa la gestión de la actual Mesa, y especialmente de la presidenta Elisa Loncon? Se le ha criticado por falta de ejecución… 

“La Mesa ha tenido una difícil misión que es la instalación de la Convención, y eso en general con el apoyo de todos los sectores se hizo de manera correcta. Pero creo que ha tenido muchos problemas de sectarismo, problemas serios de entender cuál es el rol institucional. Entonces de pronto se permite dar opiniones personales no entendiendo que la opinión personal del Presidente de una institución colectiva colegiado, es una opinión colectiva, y en consecuencia ahí hay un problema. Además, en materia de eficiencia del uso de los recursos públicos siempre se puede mejorar, pero yo entiendo que es producto de la falta de experiencia y el inicio de un proceso bien complejo como era montar un servicio público en poco tiempo”.

Los temarios clave

-¿Cuáles serán los nudos críticos de su comisión (Derechos Fundamentales) a la hora de deliberar y votar las normas?

“En materia de derechos fundamentales yo creo que vamos a tener algunos puntos de discusión más intensa, especialmente por la diferencia en la percepción del alcanza del derecho de propiedad (no solo la tangible física, sino también intelectual, etcétera), la función social de la misma, y también en materia de derechos versus garantías, en los llamados “derechos sociales”. También tendremos una discusión profunda en el rol del Estado en los recursos naturales, como la minería y el agua”. 

-¿Y respecto al derecho preferente de los padres?

“También habrá una discusión, pero lo que pasa es que hay algunos y algunas que creen que el derecho preferente de los padres y la provisión mixta de educación nació con la Constitución de Pinochet y eso es completamente falso. Esto en Chile viene desde aproximadamente 1870, entonces creo que hay que ser cuidados en eso. Todavía hay eslóganes, y por lo tanto lo clave es, respetando el derecho preferente de los padres a elegir el modelo educativo de sus hijos, que el Estado lo que tiene que hacer es garantizar una educación pública de calidad. Y si alguien legítimamente quiere pagar para tener una educación con un modelo educativo distinto, poder hacerlo. Lo importante es que no sea un requisito para que la educación sea una variante de movilidad social”.

-¿Qué alianzas cree que se van a dar en su comisión? ¿Y estas se darán por normas particulares o por temas?

“Hay varias geometrías variables que se pueden dar: por norma, por tema, por colectivo o por alianzas políticas. Yo aspiro a que tengamos ojalá por tema, porque permitiría enfrentar de manera más global cada uno de los aspectos fundamentales de la Constitución”. 

-Entendiendo que en la Comisión de Sistema Político ya se están viendo algunas definiciones, ¿usted por qué régimen de gobierno está? ¿Y respecto a la fisonomía del Congreso?

“Probablemente cuando uno mira la evidencia, los países que tienen un sistema parlamentario son los que gozan de mayor estabilidad, por cuanto finalmente no existe una pugna abierta entre el Congreso y el Gobierno: es el primero el que designa al primer ministro o jefe de gobierno. Pero por nuestra tradición republicana, sería medio contraintuitivo plantearlo y decirle a la gente que ya no va a elegir al Presidente, sino que lo elegirán los parlamentarios. Esto, con el nivel de descrédito que tienen los partidos políticos en Chile, con la falta de percepción de legitimidad que tienen los parlamentarios, explicarle a la gente que van a ser ellos quienes van a elegir al Presidente, resulta un poco complejo. Por lo tanto, con ese escenario, un presidencialismo atenuado, disminuyendo algunas de las potestades presidenciales desde la amplitud del veto hasta ciertas iniciativas exclusivas (pero no en materia de gasto) y nombramientos, creo que podría ser una buena solución. Pero en cualquier caso, ese régimen de gobierno tiene que ir acompañado en conjunto de los principios de un nuevo sistema electoral y el régimen de partidos políticos”. 

-¿Qué cambios le introduciría en materia constitucional al sistema electoral?

“Efectivamente no es materia constitucional, pero sí se puede establecer algunos principios en la Constitución que inspiren al sistema electoral que determine la ley orgánica. En ese sentido, uno podría pensar en un sistema electoral proporcional corregido, donde se exija un mínimo de representación entre un 5% a un 7% para resultar electo. Adicionalmente, hay que mirar si el Congreso será unicameral o bicameral, y dependerá de eso el sistema electoral parlamentario que se tenga”. 

-¿Usted se inclina por un bicameralismo o un unicameralismo?

“Yo siempre he sido partidario del bicameralismo, pero con una función distinta entre la Cámara de Diputados y el Senado; no repitiendo el proceso legislativo, sino resguardando al Senado para efectos de nombramientos, de juicios políticos y de revisión de ciertas normas de carácter orgánico o de reformas constitucionales”. 

-¿Cuáles son sus expectativas respecto a lo que se viene el otro año en cuanto al proceso constituyente? 

“Creo que están incentivos para ambos sectores de llegar a un pronto acuerdo. Lo importante es que los maximalistas tengan conciencias que el maximalismo probablemente puede ser una de las principales causas por las cuales siga vigente la Constitución de Pinochet. Los maximalismos pueden atentar contra la aprobación del texto y por tanto el fracaso del proceso, toda vez que los mecanismos de atajos que estaban pensando algunos -plebiscitos dirimentes o ampliar el plazo de discusión-, van a quedar descartados con la votación de la elección parlamentaria, porque la derecha tiene 25 senadores”.