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La fractura del Comité Político escala la tensión en La Moneda

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Agencia Uno
POR Gladys Pierola |

La instancia ministerial pasa por sus días más complejos después del fracaso en el TC y las peticiones de un ajuste. La relación de Karla Rubilar con parte de sus compañeros es fría.

“Estable dentro de su gravedad”. Con esa frase ironizan en La Moneda la relación del Comité Político en la última semana. La decisión de ir al Tribunal Constitucional para frenar el tercer retiro desde los fondos previsionales y el revés que sufrió una semana después en esa instancia dejó expuesto al Presidente Sebastián Piñera y también el trabajo de su equipo más cercano, compuesto por los ministros del Interior, Rodrigo Delgado; de la Segpres, Juan José Ossa; de Hacienda, Rodrigo Cerda; de Desarrollo Social, Karla Rubilar y el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio.

Las críticas no solo vienen de la oposición, sino que también llegan de Chile Vamos y apuntan a la muñeca y a la conducción del Gobierno y de su Comité Político, el que tiene la singularidad de ser el más joven desde el inicio de esta administración. De hecho, tras el rechazo del TC renacieron las presiones y las peticiones por un nuevo ajuste ministerial que ayude a descomprimir una de las crisis más complejas desde el 18 de octubre de 2019.

“Ninguno de nosotros ha presentado la renuncia ni se nos ha solicitado. Nosotros vamos a seguir trabajando con todo lo que tenemos hasta que el Presidente nos pida otra cosa”, dijo este miércoles  28 de abril el ministro Bellolio en entrevista con radio Infinita. 

Y aunque en La Moneda no niegan que un cambio es un escenario viable dentro de los próximos días, el problema tiene dos aristas: cuándo y con quién. Hay una parte del Comité Político que trasmitió al Mandatario que lo mejor es que si hay un ajuste sea después de las elecciones del 15 y 16 de mayo, con los resultados de Chile Vamos en mano. Hacer uno ahora, creen, podría quemar las opciones de un gesto político en caso de que los resultados electorales no sea tan auspiciosos. El otro punto es el elenco para los meses finales, pues salvo que exista un enroque interno, está difícil la decisión de sumarse a un gabinete en crisis.

En medio de las especulaciones, parte sus protagonistas han tenido que responder qué pasa con su continuidad en el Gabinete. Y aunque han negado que sus renuncias estuvieron sobre la mesa, en La Moneda admiten que la relación interna del quinteto pasa por un mal momento y que tiene muy pocas opciones de revertirse. “Hay una fisura en el equipo el político y eso no se puede negar”, comenta un importante personero de La Moneda.

Un ejemplo de eso es la apuesta que hizo Rubilar al deslizar su disconformidad con la decisión de ir al TC y que terminó con una carta firmada por los cinco para apoyar al Mandatario que, en vez de disipar los rumores de la división, los confirmaron. Ahí, las recriminaciones cruzadas sobre quién filtraba las cosas a la prensa tensionó aún más el ambiente. 

Los bandos

La relación puertas adentro arrastra varios roces. Algunos más antiguos y otros empujados por la polémica ida al TC. Este equipo lleva formalmente tres meses funcionando y varios lo leían como un Comité Político de salida, que si bien no jugaba de memoria, tenía sintonía generacional y, además, un factor extra: ninguno tenía una agenda propia a diferencia de algunos de sus antecesores. 

Sin embargo, esto cambió. Si se mira hoy el panorama en La Moneda, se plantea que hay dos bandos más menos claros: la ministra Rubilar, por un lado y la dupla política de los ministros Bellolio y Ossa, por el otro. Al medio, estarían los titulares de Hacienda y de Interior que tienen buenas relaciones de lado y lado. Sin embargo, otras fuentes consultadas aseguran que el panorama es un poco más complejo, pues no sería una división equilibrada como en los equipos anteriores, sino que sería un “cuatro a uno”, con Rubilar en un espacio más solitario dentro del Comité Político. 

Incluso, este tema se le consultó al titular del Interior. “En un grupo humano de personas […] obviamente hay distintas miradas y distintas sensibilidades y podemos tener visiones distintas, sí”, señaló el ministro Delgado al matinal de Mega, intentando ponerle paños fríos a las versiones de que Rubilar estaba “aislada”. 

Y las razones de esa pregunta se deben a que a una parte del Comité Político le cayó pésimo el despliegue que tuvo la ministra de Desarrollo Social, que no solo transparentó que tuvo una conversación “franca” con el Presidente en medio de la crisis, sino que también dejó entrever que había un especie de ultimátum sobre su continuidad de no abrirse una alternativa para el tercer retiro votado en el Congreso. Parte de ese enojo se incrementó con un reportaje de La Segunda publicado el viernes pasado, donde se leía la incomodidad de la ministra por la decisión del Mandatario. 

El problema que tiene los puentes cortados entre la ministra de Desarrollo Social y sus compañeros, según las mismas fuentes, es de “formas” y de “trato”. “Les molesta que cada vez que defiende su punto hace parecer que hay dos bandos, los buenos y los malos. Y claro, ella está en el lado bueno”, resume otro importante funcionario de Palacio. Además, a más de alguno le ha incomodado que haya dado su opinión de temas que exceden a su cartera. Por ejemplo, cuando propuso una fórmula para la modernización de Carabineros, habló del “impuestos a los superricos” y, lo último, su apertura a un nuevo royalty minero. “Pensar en impuestos a los que tienen más, en plantearse lo que pasa con las mineras en el royalty. Es un imperativo ético. Eso lo creemos. Y eso el Presidente lo dijo”, comentó la ministra en el matinal Bienvenidos

Los mensajes de Rubilar 

Rubilar se ha defendido en público diciendo que ella “no tiene problemas con nadie” en particular y que solo hace su trabajo. Sin embargo, cada vez que hay un roce en el grupo, aseguran que responde con la frase “yo digo lo que pienso y si a alguien le molesta eso, es problema de esa persona”. 

En la interna, los últimos días han sido difíciles para el Comité Político. No solo con la renuncia que deslizó el jueves pasado la ministra, sino también con algunas situaciones que han dado pie a más tensiones en el grupo. Una de ellas, cuando el domingo 25 de abril, en plena recta final de las negociaciones con Chile Vamos para tener una propuesta al tercer retiro, los ministros Bellolio y Ossa se reunieran con los diputados de RN antes del anuncio sin considerarla. O cuando el martes 27, después que el Presidente comunicara la promulgación del tercer retiro del 10%, los ministros bajaran y cruzaran el patio sin ella, para seguir la conversación en las oficinas de Interior.

De hecho, una situación que no pasó inadvertida en Palacio y que también da cuenta del ambiente fue que este miércoles a la misma hora que se encontraba en una pauta con el Presidente por el pago del IFE de abril, el portal digital Ex-Ante aseguraba que ella saldría del Gabinete en el próximo ajuste ministerial. En el círculo de la titular de Desarrollo Social apuntaron a sus vecinos de oficina como los responsables de la situación, mientras que en los otros ministerios señalaban exactamente lo opuesto. 

Un rato más tarde, y fiel a su estilo, publicó una fotografía en su cuenta de Instagram que varios leyeron como un mensaje a sus colegas. “El que obra bien, le va”, con la bajada de “Dios ve los corazones”. Su posteo fue comentario obligado en La Moneda y en el resto de los miembros del Comité Político, en especial en una reunión que sostuvieron en la tarde Bellolio, Ossa y Delgado en la oficina del ministro del Interior.