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Cómo analizaron en la Convención Constitucional el triunfo de Kast en primera vuelta

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Agencia Uno
POR Paul Follert |

La irrupción del candidato republicano fue interpretado por algunos convencionales como un llamado de atención al trabajo constituyente. Varios llaman a moderar posiciones.

En un grupo de convencionales hubo sorpresa por el triunfo relativo de del republicano Jose Antonio Kast en la primera vuelta presidencial del domingo 21 de noviembre. El postulante de derecha recibió el 27,91% y Gabriel Boric el 25,83%.

Si bien las lecturas del evento son variadas, en la izquierda miran con preocupación el desempeño que tuvo el candidato de derecha en la presidencial. El constituyente Andrés Cruz (Col. Socialista) afirma que ronda cierto ánimo de incertidumbre por lo que pueda pasar dentro del órgano.

“Es abiertamente un sujeto que es contrario al trabajo de la Convención […] podría ser su actitud no solamente la de llamar al rechazo, sino que también de socavar el funcionamiento de la Convención, lo que complique el proceso”, dice Cruz.

Las señales que entregaron los resultados de las elecciones

El ánimo no es el mismo que previo a los comicios y los grupos de la Convención lo sintieron. Algunos convencionales interpretaron el resultado como un llamado de atención al trabajo de la Convención. “Yo creo que es una señal también de lo importante que es dialogar y tener acuerdos transversales dentro de la Convención”, comenta Fuad Chahin (Col. Apruebo).

En esa misma línea, la mañana de este lunes 22 de noviembre, en entrevista con radio ADN, el vicepresidente, Jaime Bassa (FA), afirmó que los resultados de las elecciones son “un llamado a la templanza, a la calma, a identificar cuáles son los cambios que la ciudadanía apoyo tan efusivamente en octubre de 2020 y que se vio reflejado en elecciones constituyentes”. 

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En la izquierda y centroizquierda de la Convención el análisis de los resultados de este domingo no es muy distinto. Coinciden en que hubo demandas de la ciudadanía en materias económicas y seguridad, que no fueron aprovechadas por la candidatura de Apruebo Dignidad. “Lamentablemente, los sectores progresistas hemos contribuido a eso, porque les hemos regalado el sentido común. La primera tarea es ir a recuperar ese sentido común”, dice el socialista César Valenzuela.

Otro de los puntos de encuentro en el análisis es la necesidad de incorporar al centro político, tanto de la Convención como fuera de ella. Pero sobre todo lo harían en forma activa. “Esperamos que el sector de centro se pliegue en contra del fascismo”, comenta María José Oyarzún (FA). En esa misma línea, el constituyente del colectivo socialista Julio Álvarez afirma que “en la primera vuelta cumplimos un rol de abstención en las campañas […] el ánimo en la centroizquierda es tener un rol mucho más potente en la segunda vuelta”.

Un análisis no muy diferente hacen en la centroderecha. Lo importante, dicen, es correr la discusión hacia el centro e ir dejando de lado los discursos extremistas. “La gente del centro político tiene que traer a la extrema izquierda hacia el centro y el trabajo de los RN es traer a la derecha hacia el centro, porque ahí se salva el país. Estos son cambios que quiere la gente, pero en orden”, comenta el convencional Luciano Silva (RN).

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Anticiparse a un crecimiento del “rechazo” en la Convención

“La Convención tiene su propio camino. No voy a negar que nosotros estamos conectados con la coyuntura […], pero en términos procedimentales tiene su propio camino. No creo que se vea alterado por lo que pase afuera”, afirma el convencional del Frente Amplio Ignacio Achurra.

Si bien su posición es compartida dentro de la izquierda y centroizquierda en la Convención, hay quienes insisten en que las elecciones son una señal que hay que mirar con preocupación teniendo en cuenta que hay un plebiscito de salida. “Ojalá que se ponderen las posiciones maximalistas, para que comprendan que esto puede tener un tipo de reflejo respecto de lo que pueda ocurrir con el plebiscito de salida”, dice Cruz (Col. PS). 

En esa misma línea, según consigna Cooperativa, el vicepresidente Bassa declaró el día de la elección que “si este es un proceso de transición o si el próximo Presidente terminará su periodo completo, es algo que veremos en su momento y la ciudadanía tendrá que evaluarlo en el Plebiscito de salida”.

Asimismo, la convencional Oyarzún (FA) dice que “hay un ánimo de preocupación por lo que viene, de pensar en el plebiscito de salida”. Sin embargo, advierte que aún es apresurado hablar de un crecimiento del rechazo en la Convención. “Me imagino que los sectores democráticos de nuestro país, sobre todo del ala de la derecha, están convencidos de que el proceso constitucional tiene que llevarse a cabo”, agrega. 

En esa misma línea, la convencional del Partido Comunista Ericka Portilla afirma que los representantes del Rechazo en el órgano son una fuerza minoritaria. Más allá de la UDI, “del resto de los constituyentes ninguno representa la alternativa del Rechazo. En ese sentido, durante el tiempo que lleva funcionando la Convención ha habido consistencia en defender el proceso y en trabajar de manera colaborativa”.

Según comentan los convencionales, no ha habido conversaciones para definir una estrategia concreta ante un eventual gobierno de José Antonio Kast: ni antes de las elecciones ni horas después de ellas. Eso aseguran. “No podemos determinar un periodo presidencial porque resulte uno u otro”, afirma Valenzuela.

Tampoco, dicen algunos, habría una intención de reducir el Congreso a un sistema unicameral en función de cómo las fuerzas de derecha consiguieron el 50% de la Cámara Alta. El convencional Achurra comenta que “no vamos a evaluar la continuidad del Senado en función de cuáles son las nuevas mayorías ni la presidencia”.

Aunque esas posiciones son compartidas por la mayoría de los convencionales -los consultados por PAUTA afirman que no trabajan en propuestas de normas en base a quién sea el próximo Presidente-, sí hay algunos que advierten la posibilidad de que un eventual gobierno de Kast pueda influir en las normas que se discutan.

Establecer una sola cámara; cambiar de un sistema presidencial a uno semipresidencial; o pasar de un Estado unitario a uno federal son algunas de las discusiones en que, según el convencional Alvarez (Col. PS), “puede haber una influencia de lo que resuelva la Constitución con los mandatos populares que se eligieron ayer [domingo] y que se van a elegir en un mes más”.

En ese contexto, hay decisiones que son compartidas entre los convencionales de izquierda y centroizquierda para enfrentar un eventual crecimiento del Rechazo. Entre ellas está moderar las discusiones hacia el centro, fortalecer los puentes de diálogos con los distintos colectivos, incentivar la participación popular y trabajar en una propuesta que sea lo más convocante posible para el plebiscito de salida. 

“Yo no sé si se van a preparar para enfrentar el Rechazo yendo hacia la moderación, yo espero que sea así”, comenta Silva

Plebiscito dirimente cada vez más lejos

En el Reglamento de la Convención se establece que para aquellas normas que no hayan alcanzado dos tercios, pero sí tres quintos en una segunda votación, podrán ser sometidas a un plebiscito dirimente. Este es uno de los mecanismos de participación que ha generado más polémica al interior del órgano, principalmente, desde la derecha, quienes lo consideran como una trampa a los dos tercios.

Para hacer efectivo el plebiscito dirimente, la Convención acordó que se deberán efectuar “las reformas a los cuerpos normativos pertinentes”. En otras palabras, la existencia de este mecanismo depende de una reforma constitucional en el Congreso.

La derecha consiguió 68 de los 155 cupos de la Cámara de Diputados, mientras que en el Senado ocupará 25 de los 50 cargos de senadores. Esto significa que hay votos suficientes para bloquear el avance de una reforma constitucional que permita la realización del plebiscito dirimente.