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El día en que la Convención debatió sobre la mentira de Rojas Vade

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Agencia Uno
POR Paul Follert |

La Mesa Directiva envió los antecedentes del engaño del convencional Rodrigo Rojas Vade (ex La Lista del Pueblo) a la Fiscalía. Pero el análisis jurídico sobre su eventual vacancia adquiere urgencia entre constituyentes.

“Yo soy paciente oncológico desde hace siete años. Toqué por un momento el oasis que nos ofrece el sistema neoliberal y traté de retenerlo por muchos años y no pude, solo por el hecho de enfermarme. Así que soy el vivo ejemplo de que no se puede cuando está todo mercantilizado […]. Me volqué a las calles, participé de forma activa pese a mi condición de salud que he tratado que nunca me limite la vida. Asimismo, luché por mantenerme en el sistema privado de salud, porque el sistema público me desahució con solo 27 años y me negué a irme a mi casa a consumir morfina hasta morirme”. 

Esas fueron las primeras palabras que pronunció Rodrigo Rojas Vade (Pueblo Constituyente, ex La Lista del Pueblo) en la Comisión de Participación y Consulta Indígena, donde ingresó en conjunto con otros convencionales para abrir espacios a la comunidad, en particular de pueblos originarios. De las 18 sesiones de esta instancia que están publicadas en la web, Rojas intervino en 12 ocasiones, la mayoría para agradecer a los expositores de las audiencias públicas. 

El activista apareció como uno de los nombres para convertirse en vicepresidente de la Convención cuando ese órgano fue inaugurado, el 4 de julio. El apoyo que recibió lo dejó en segundo lugar tras Jaime Bassa (Ind. CS), quien asumió finalmente ese puesto. De todos modos, el colectivo asociado a La Lista del Pueblo terminó gestionando los apoyos necesarios para elegirlo como vicepresidente adjunto para la Mesa Directiva de la Convención, donde estuvo encargado de la implementación del Protocolo Covid. Este cargo lo llevaría a ser uno de los representantes más importantes de La Lista del Pueblo (hoy Pueblo Constituyente).

En el Pleno estuvo entre los constituyentes que votaron a favor del artículo que establecía que a “solicitud de al menos la tercera parte de los constituyentes, podrá pedirse la revocación del cargo de vicepresidente, por haber perdido la confianza del Pleno. Para acordar la remoción se requerirá el voto conforme de la mayoría absoluta del Pleno, sin más trámite”. Paradójicamente, Rojas, conocido entre sus pares como “Pelao Vade”, sería el primero en dejar el cargo a través de una renuncia.

Una mentira que complicó a la Mesa Directiva

La mentira de Rojas llegó en un momento complejo para los conductores del proceso constituyente. A pesar de haber avanzado rápidamente en la discusión sobre Reglamento, la Mesa Directiva había enfrentado una semana compleja luego de los cuestionamientos por el aumento del presupuesto solicitado al Gobierno. 

A esto se sumaban emplazamientos de la presidenta Elisa Loncon (representante mapuche) a parte de la prensa a la que acusó de “farandulizar” el proceso constituyente. Además, recientes encuestas indican una disminución de la confianza ciudadana en el trabajo de la Convención.

En ese contexto, el vicepresidente de la Convención, Jaime Bassa, trató de dar una señal para evitar que el caso de Rojas Vade afectara la confianza de la Convención. “Aquí no va a haber defensas corporativas. Vamos a iniciar todos los procedimientos internos y externos necesarios […]. La Mesa va a poner todos los antecedentes que tengamos a disposición de los organismos responsables respectivos”, comentó Bassa.

Efectivamente, durante la tarde del 6 de agosto, la Mesa Directiva ingresó una denuncia a la Fiscalía Centro Norte para que investigue eventuales delitos, referidos principalmente a la declaración de intereses y patrimonio (DIP) de Rojas. En dicha declaración, el constituyente afirmaba tener una deuda de cerca de 27 millones de pesos con el Banco Scotiabank, la cual habría efectuado con el fin de costear un tratamiento contra el cáncer, según decía en forma abierta. 

Sin embargo, el envío de antecedentes de la Mesa Directva al Ministerio Público podría ser más bien simbólico. La ley no exige que los convencionales declaren el motivo de sus eventuales deudas, sino solo que revelen qué intereses tienen y cuántos son sus haberes y deberes. Distintos especialistas consultados por este medio confirman que, dada la excepcionalidad de la Convención en el ordenamiento jurídico, es la propia entidad la que primero debería diseñar sus reglas de funcionamiento. Dado que aún no cuenta con Reglamento, no existen elementos que diriman la situación de Rojas Vade. En cuanto al requerimiento que algunos constituyentes deslizaron en cuanto a que sea la Contraloría General de la República la institución que fiscalice la DIP de Rojas Vade, desde esa entidad aclararon que solo proporcionan la plataforma digital que permite subir esas declaraciones a la web, pero no tienen atribuciones de supervisión sobre los convencionales.

Otro problema que arrastró el caso de Rojas, fueron las dudas jurídicas respecto de las facultades que tienen los constituyentes para renunciar a su cargo y las posibilidades que existen tanto para removerlos como para llenar sus vacancias.

La Constitución actual no establece mecanismos para que los constituyentes renuncien a su cargo, excepto para casos en que el convencional presente motivos graves de salud que impidan ejercer el cargo, los cuales deben ser calificados por el Tribunal Constitucional. Según algunos expertos, el espacio de renuncias es debatible: la reforma que habilitó el proceso constituyente no cambió las atribuciones del Tribunal Constitucional para que este califique la dimisión de un convencional, indican. 

En esa misma línea de aplicación de principios legales para puestos parlamentarios, la vacancia que genere la salida de un constituyente podría ser reemplazada por otro solo en caso de que quien deje su cargo sea militante de un partido, es decir, otro militante del mismo partido podría sucederlo, tal como ocurre en el Congreso. Sin embargo, esta medida no aplica para independientes como Rodrigo Rojas, por lo que su puesto quedaría vacío.

Debido a la urgencia del problema, la Mesa Directiva se reunió a las 15:00 horas del 6 de septiembre para acordar una respuesta oficial. A través de los vicepresidentes adjuntos Pedro Muñoz (PS) y Tiare Aguilera (representante rapanui), se informó que solicitaron un informe jurídico para ver cuáles van a ser los procedimientos a seguir. “Se viene la aprobación de este Reglamento definitivo, que contempla algunos mecanismos de reemplazo para las vicepresidencias adjuntas. Es algo que tenemos que evaluar, hacer un análisis jurídico del mejor mecanismo para que este reemplazo se produzca”, afirmó Aguilera.

Desde la directiva señalan que el canal de comunicación entre Rodrigo Rojas y la Mesa ha sido a través de la vicepresidenta adjunta Lorena Céspedes (INN), quien es la encargada de revisar los temas de probidad.

Este lunes sí hubo sesión oficial en la Convención: la Comisión de Derechos Humanos. El resto de las comisiones y el Pleno no tuvieron actividades de deliberación o votación oficiales sobre su funcionamiento, salvo las reuniones convocadas para tratar el asunto Rojas Vade.

Un golpe para Pueblo Constituyente

Desde que se hizo pública la mentira, confesada por Rojas a instancias de una investigación periodística del diario La Tercera, el convencional no ha emitido ninguna declaración. La última ocurrió el sábado, cuando reveló que había falseado haber padecido de cáncer.

El silencio que se ha replicado entre sus ex compañeros de La Lista del Pueblo, que ahora conforman el colectivo Pueblo Constituyente.

A pesar de que fueron los primeros en apoyar a Rojas a través de comentarios en redes sociales, sus más cercanos no se han plegado a la sucesión de comunicados públicos divulgados por otros bloques. Manuel Woldarsky, uno de los pocos convencionales de Pueblo Constituyente que acudieron al Congreso de Santiago, respondió con un escueto “no voy a dar declaraciones” sobre el caso de Rojas. 

“Aún con la información pública que se maneja, se desconoce todo lo que Rodrigo le ha tocado vivir […]. No sabemos si seguirá y de qué forma dentro de la convención, lo único que tengo claro es que a pesar de todo cuenta con mi apoyo, respeto y cariño”, publicó en Instagram César Uribe, en señal de apoyo a Rojas. En esa misma línea, Alejandra Pérez (Pueblo Constituyente), una de las más cercanas a Rojas y con quien compartía puesto dentro de la Comisión de Participación y Consulta Indígena, afirmó en el matinal de CHV que “si nos vamos a una falla, mentira o lo que sea de cada convencional, vamos a tener este año alrededor de 300 situaciones como esta, porque lo vienen haciendo hace rato, no me cabe ninguna duda”. 

En término políticos, el caso de Rojas es un golpe más para La Lista del Pueblo, que ha tenido semanas complejas luego de falsificación de firmas y constantes renuncias, que llevaron a los constituyentes a formar un nuevo colectivo. La posible ausencia de Rojas restaría un voto al colectivo, que hoy está conformado por una veintena de constituyentes.

Si una cesación del cargo de Rojas se concretara, no habría un efecto fundamental en la aritmética jurídica de la Convención Constitucional. Lo que importa, para efectos de decisiones sustantivas, es que existe un cuórum de 2/3 para apobar los artículos de la futura Constitución: hoy esos 2/3 equivalen a 103 votos (103,3); si solo fueran 154 los convencionales, se mantendrían los 103 votos como mínimo (102,6).