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Naranjas versus Amarillos por una nueva Constitución

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Fernanda Monasterio
POR Maria Cecilia |

Un grupo de exconcertacionistas se articulan por el Apruebo, diseñan estrategias y refuerzan sus equipos. Otro bloque se activa por la cautela desde Amarillos por Chile.

Están pensando crear un grupo de WhatsApp, para coordinarse más rápido. Hasta ahora las conversaciones han sido uno a uno, lo que ha resultado más lento de lo que quisieran. También quieren ponerse un nombre y, medio en broma medio en serio, algunos ya se autodenominan “Los Naranjas”.

Se trata del grupo de exconcertacionistas que decidió entrar con todo a la cancha a jugar el segundo tiempo de un partido que concluye el 4 de septiembre con el Plebiscito de Salida y que, hasta ahora, no considera alargue.

El puntapié inicial fue una carta enviada a distintos medios de comunicación, titulada “Pensando en Chile, decimos Sí a la Nueva Constitución”. Los firmantes: 32, aunque quienes están coordinando al grupo aseguraron a PAUTA que “por tiempo no alcanzamos a sumar a otras personas”. Algunos de los signatarios son Ricardo Núñez (PS), Nicolás Eyzaguirre (PPD), Francisco Vidal (PPD) y Helia Molina (PPD).

Entre los principales argumentos de la misiva está que “puede haber artículos que nos gusten más que otros. Habrá redacciones que probablemente habríamos hecho de manera distinta. Pero nada de ello es impedimento para que miremos y valoremos el trabajo y el resultado en su conjunto”.

Ratifican así su compromiso con el Apruebo, porque el proceso en curso es democrático en su origen y en su desarrollo, afirman. Por lo mismo dicen que trabajarán “incansablemente para difundir, explicar y persuadir, siempre con argumentos, todos los avances notables que con seguridad esta nueva constitución acarreará a nuestro país”.

Táctica y estrategia

“No es que se acabe el mundo si gana el Rechazo, es que tenemos la oportunidad de cambiar el mundo si gana el Apruebo”, enfatiza a PAUTA uno de los firmantes de la carta “Pensando en Chile, decimos Sí a la Nueva Constitución”.

Dice también que hace un par de semanas, cuando pasaron al borrador de la Constitución los derechos sociales y el posible artículo 1 (que consagra a Chile, como un Estado social y democrático de derecho, además de plurinacional, intercultural y ecológico), “algo que nosotros no pudimos lograr en 2005, dijimos ahí está lo sustantivo, ahí está el corazón de la nueva Constitución”.

Por eso varios dirigentes de la ex-Concertación (DC-PS-PPD-PRSD) se pusieron de acuerdo para defender el proceso y empujar así un triunfo del Apruebo. “Era imprescindible que la ex-Concertación viera algo más que los Amarillos”, sostuvo.

Entre quienes están coordinando la iniciativa están Víctor Barrueto (PPD), Sergio Aguiló (PS), Juan Claudio Reyes (DC) y Nivia Palma (PS).

Barrueto comentó a este medio que “se ha entendido que este es un debate nacional, queremos aportar a ese debate. Lo hacemos desde la convicción de que hay que apoyar a la Convención y aprobar en el plebiscito”.

Alejandra Krauss, quien fue ministra DC de los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, manifestó a PAUTA las razones para adherir a la carta: “Lo hice pensando en Chile, porque adquirí la convicción de que otras voces de la ex-Concertación, como es mi caso, debía ser escuchada por la ciudadanía y que valorara el proceso constituyente que desde su origen es profundamente democrático”.

En la DC, sin embargo, no todos parecen embarcados en la idea. La senadora Ximena Rincón ya ha emitido cuestionamientos bastante claros al trabajo de la Convención Constitucional. El miércoles el exministro y exdiputado Jorge Burgos se unió a esa desafección. Sobre la misiva de los exconcertacionistas, Burgos dijo en Pauta Final: “no adhiero. Yo creo que la Convención no ha dado buenas noticias hasta el momento“.

Incluso yendo más allá, una figura señera del socialismo chileno, como el exsenador Ricardo Núñez, se integró al movimiento. “El Rechazo puede significar un momento de inestabilidad política“, dijo el jueves el expresidente del PS a Radio PAUTA.

La estrategia es fijar postura, difundirla y cuando sea necesario salir a hacer campaña por el Apruebo. Que la ciudadanía que apoyó a la Concertación sepa que ese bloque que gobernó durante 30 años, hoy no es amarillo, sino que tiene más colores, “sin renegar de lo que fue la Concertación”, afirma otro dirigente.

Sin embargo, ese es solo el primer tiro al arco. No se trata únicamente de apoyar a la Convención, sino que quieren que el gobierno del Presidente Gabriel Boric “ensanche su base social y política y termine siendo una sola coalición, incluyendo a la Democracia Cristiana”, asegura otro personero que ha participado de las conversaciones. 

De hecho, un día antes de que se hiciera pública su carta se le informó al Ejecutivo de la iniciativa. A través de asesores se envió el mensaje a la Presidencia, a la ministra vocera, Camila Vallejo, y al ministro secretario General de la Presidencia (Segpres), Giorgio Jackson

La primera semana de mayo, los hasta ahora autodenominados Naranjas harán una nueva jugada. Solicitarán reuniones con el ministro Jackson y también con la mesa de la Convención, para ofrecer colaboración al Gobierno y para apoyar el proceso constituyente.

Se reedita: “autoflagelantes” versus “autocomplacientes”

Una década después del plebiscito del Sí y el No, que terminó por la vía democrática con la dictadura de Augusto Pinochet, la Concertación de Partidos por la Democracia empezó a mostrar sus primeras fisuras.

Terminaba el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y comenzaba el de Ricardo Lagos. Ahí surgieron dos facciones: los que con orgullo defendían los logros de sus 10 años en el poder eran los autocomplacientes. Quienes estaban incómodos y veían que aún había cosas por mejorar, sobre todo en materia de derechos sociales, eran los autoflagelantes.

Varios de los firmantes de la carta por el Apruebo son parte de esa generación y hoy, al igual que hace 20 años, según señalan, siguen sintiendo que se pueda hacer más. Eso significa apoyar sin reservas ni complejos una nueva Constitución para el país. Ven, en cambio, en los “Amarillos por Chile” una herencia de los autocomplacientes.

En ese movimiento, o al menos como signatarios de la carta de los Amarillos, hay también figuras de la ex-Concertación. De hecho, ese fue su rasgo más distintivo: entre los nombres que firmaron la misiva están los exministros de Hacienda Alejandro FoxleyAndrés Velasco y Rodrigo Valdés; el expresidente del Banco Central José De Gregorio; y otros personeros de gobiernos concertacionistas como Alejandro FerreiroVivianne BlanlotIgnacio WalkerJorge BurgosRené CortázarMariana AylwinJaime CamposIsidro SolísPedro GarcíaJosé Joaquín Brunner y Enrique Krauss

Una dirigenta del “Sí a una nueva Constitución” plantea que “los Amarillos, están en campaña por el Rechazo incluso desde antes de que el pleno de la Convención votara por normas definitivas. Por eso nosotros tenemos que salir a mostrarle a nuestras bases concertacionistas que esa no es la única mirada”.   

El intelectual Cristián Warnken se ha convertido en un reconocido y reconocible vocero de “Amarillos por Chile”. Está en desacuerdo con la lectura que han hecho algunos sobre el movimiento que lidera.

Según dice a PAUTA, este grupo se constituyó como una instancia ciudadana cuyo objetivo era “mejorar la deriva constitucional que veíamos en febrero, cuando desde las comisiones estaban saliendo propuestas muy radicales y muy maximalistas”. Warnken comenta que están acompañado el proceso con un equipo de constituyentes, que están analizando los articulados aprobados y también los que se rechazan “levantando a través de las redes sociales, entrevistas y conversatorios, alertas amarillas sobre el proceso constitucional”.

Amarillos por Chile ya cuenta con un sitio web, en el que aparecen como convocantes 79 dirigentes, muchos exconcertacionistas, la gran mayoría asociados al ala más conservadora de sus partidos o expartidos. En ese portal, aseguran que tienen más de 44 mil adherentes a la causa, que no es la del Rechazo, pero sí de cautela. No tienen un compromiso por el Apruebo a todo evento y buscan más personas que coincidan con esa postura.  

Warnken dice que “el objetivo era tener una Constitución que fuera la casa de todos y todas, una Constitución que respetara los principios esenciales de la democracia y que conservara la idea de un país, de un Chile unido y unitario. Lamentablemente la deriva de la Convención hasta ahora, aunque hay mejoras respecto de lo que pasaba en febrero, no ha hecho un giro importante, no ha habido una autocrítica de la Convención de abrir aún más el diálogo y de apuntar a conseguir un texto que recupere la esperanza del Apruebo del Plebiscito de Salida, ese Apruebo mayoritario”.

Cuenta que siguen trabajando y no solo analizando los avances de la Convención. Han intentado reunirse con la presidenta del organismo, María Elisa Quinteros, pero no han recibido respuesta.

Mientras, los “Naranjas” están recién entrando a la cancha, sumando figuras al equipo e intentando desplegar su estrategia.

El primer tiempo, el del 25 de octubre de 2020, el del Plebiscito de Entrada, Amarillos y Naranjas jugaron juntos por el Apruebo. En este segundo tiempo tienen estrategias distintas.