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Piñera diseña su legado

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Agencia Uno.
POR Gladys Pierola |

El ánimo entre el Gobierno y Chile Vamos mejoró, sí, pero no es suficiente para garantizar la tranquilidad del Presidente. El Mandatario está mirando lo que será su “Operación Legado”, pero mezclado con la preocupación de un ciclo electoral inédito.

“Esperar lo mejor, prepararme para lo peor” es una de las frases que el Presidente Sebastián Piñera repite a menudo cuando sus colaboradores y los personeros del oficialismo le preguntan cómo está. Ha pasado un poco más de dos semanas del último ajuste de Gabinete, que fue una cirugía política mayor al corazón de La Moneda y en Chile Vamos dicen que el cambio en la relación se nota, que el ambiente entre la coalición y el Gobierno mejoró. El “nuevo trato” va bien encaminado, hasta ahora, pero sin calendario claro para retomar la clásica cita de los lunes del Comité Político Ampliado, porque las reuniones sectoriales y por temas específicos han sido más útiles y eficientes, aseguran en la coalición oficialista.

En La Moneda, varios inquilinos comentan que al Presidente se le ha visto “un poco más cansado”, pero de buen ánimo y “con claridad” para proyectar los 19 meses que quedan de mandato. Incluso, según las mismas fuentes, Piñera ha compartido su optimismo con sus ministros y con Chile Vamos, asegurando que si bien la crisis económica es y será dura, cree que la caída del PIB de Chile sería menor que el promedio en América Latina. Eso sería una señal para pensar que la recuperación también podría ser más rápida que en el resto de la región.

Como lo describe un alto personero de Gobierno, el Mandatario está “alzando un poco más la vista” para no quedarse solo con los problemas en el día a día. De ahí surge la idea de volver a tener una agenda más pública y en terreno, como se le ha visto en las últimas semanas, visibilizando las “buenas noticias” -como él le ha pedido a su Gabinete- y retomando próximamente sus visitas a regiones.

La “Operación Legado”

Sin embargo, el Presidente tiene otra preocupación en este diseño de salida: el ciclo electoral inédito que vivirá su segundo mandato. Son siete elecciones que parten con el Plebiscito el 25 de octubre y terminaría con una eventual segunda vuelta presidencial en diciembre de 2021.

El Mandatario ha manifestado a sus ministros y al oficialismo, según las mismas fuentes, sus aprensiones sobre cómo se comportará el ánimo social y del mundo político por la tensión que significa un periodo electoral recargado, en conjunto con el peso sanitario y la crisis económica. También cuenta el efecto del primer aniversario del 18 de octubre, una semana antes de la consulta constitucional. 

Esto, porque si bien en el inconsciente colectivo está que los presidentes gobiernan tres de sus cuatro años y el último se vive con “síndrome del pato cojo” por los comicios, esta nueva realidad con tantas elecciones seguidas podría dificultar –aún más- el ambiente para alcanzar acuerdos y para aprobar leyes del interés del Gobierno en pleno proceso de reactivación. Una preocupación que no solo tiene con la actuación con la centroizquierda, también en la interna oficialista.

Para hablar de una nueva coalición, una nueva era o una etapa, se necesitaba un gabinete político ad hoc, que ayudara a ordenar las filas internas. Eso logró. Pero también debía encaminar lo que algunos en La Moneda ya catalogan como “Operación Legado” ante un calendario político y electoral que deja poco margen para proponer cosas nuevas. Por eso, el propio Mandatario les ha dicho a sus ministros que quiere que sean recordados como el “Gabinete de la reactivación”. Una petición para contrarrestar, entre otras cosas, las acusaciones de la oposición de que el nuevo equipo es el “Gabinete del Rechazo”, en alusión a que la mayoría de los nuevos integrantes apoyan esa opción de cara al Plebiscito. 

Las claves del mejor trato

“El cambio funcionó”, dice a este medio la diputada y vicepresidenta de RN, Paulina Núñez.

Tanto en el Chile Vamos como el propio Mandatario llegaron a la convicción de que había un problema grave entre la Coalición y La Moneda, lo que terminó de pavimentarse con la Ley del Retiro del 10% de los fondos previsionales. “Era algo a lo que había que ponerle atajo”, dicen en el Palacio de Gobierno. 

“Llevar parlamentarios al Gabinete siempre facilita el diálogo político. Honestamente, veo un ánimo distinto en la coalición desde que produjo el cambio”, explica el diputado UDI Juan Antonio Coloma a PAUTA.

Un ambiente nuevo que también destaca el presidente interino de RN, Rafael Prohens. “La relación está en muy buen pie y espero que eso siga así por un largo tiempo. Hay que hacer los esfuerzos para aunar los criterios, salvar las diferencias a puertas cerradas y poder seguir dialogando permanentemente”, agrega el senador.

De hecho, el Presidente lo ha dicho en privado y se lo ha trasmitido así a Chile Vamos: necesita una coalición alineada para superar las dos pruebas clave que tienen en el periodo de salida. La primera es sortear la pandemia. Ahí espera que el Plan Paso a Paso de desconfinamiento resulte con la realización del Plebiscito, incluso con sus eventuales rebrotes y previo a que llegue una vacuna contra el Covid-19. La segunda: salir bien parado de la recesión económica. Para esto último el jefe de Estado repite como mantra que el horizonte es recuperar un millón 800 mil empleos. ¿Cómo cumplirá esa ambiciosa meta? Este domingo dará algunas luces cuando presente el plan de reactivación económica. 

En este punto, además, Piñera “toca madera”, comentan en La Moneda, para que se mantenga la tendencia a la baja en los contagios y se prolongue lo más posible la situación actual, que suma ya siete semanas de mejoría y que ha permitido a varias comunas pasar de la cuarentena a la transición. “Estos planes de apertura y recuperación significan más libertades, pero también exigen más responsabilidad de todos los chilenos. Cuidar nuestra salud y contribuir a la recuperación de nuestro país”, dijo el viernes el Mandatario al presentar el primer balance del bono de $500 mil a la clase media que en los primeros días ya ha sido depositado a un millón de personas.

“Tenemos que terminar de la mejor forma posible la pandemia, o enfrentarla de la mejor forma, y generar empleo. Hay personas que creen que las cosas no van a andar bien, pero yo les tengo fe a los últimos meses”, señala la diputada Núñez, quien competirá por la presidencia de RN en las elecciones internas de diciembre.

El DT y la relación con los nuevos jugadores

El nuevo equipo cumplió quince días y en Chile Vamos ya hacen los primeros balances. “El Presidente ha comprendido el rol fundamental de las estructuras ministeriales y me da la impresión de que les ha permitido una mayor libertad”, comenta a PAUTA el diputado y jefe de bancada de Evópoli, Luciano Cruz-Coke.

“En un Presidente, que lo conocí siendo su ministro y luego en campaña, siendo una persona exigente, a veces la delegación de ciertos temas que son relevantes le cuesta. Le cuesta no estar encima, pero eligió un Gabinete con características políticas y entendió que debe dejarlos actuar”, añade el parlamentario.

El actual Comité Político de La Moneda parece coordinado, pero aún “no juega de memoria”, detalla un miembro del Gabinete. Se comunican fluidamente, aunque aún no alcanzan la complicidad interna que tenían en medio de la crisis con el equipo capitaneado en esos días por Gonzalo Blumel. Por el otro lado, sí ha tenido mejores resultados con el oficialismo y también en algunos de los lazos con la oposición. Otro importante inquilino de Palacio lo explica con la siguiente fórmula: “Hay mayor orden en Chile Vamos, sí; mayor unidad, sí, pero no es suficiente, menos sin mayorías en el Congreso”.

El triunvirato Pérez-Bellolio-Monckeberg

Hoy en los pasillos del Palacio de Gobierno algunos hablan de un triunvirato “más aceitado” entre el ministro del Interior, Víctor Pérez; el vocero, Jaime Bellolio, y el titular de la Segpres, Cristián Monckeberg. Ellos comandan las relaciones con Chile Vamos.

Por otro lado, están la titular de Desarrollo Social, Karla Rubilar, y el ministro de Hacienda, Ignacio Briones.

Pero en oficinas casi equidistantes a La Moneda hay otros dos personajes relevantes, rivales en RN y ahora ministros “leales” al Presidente: los ministros de Defensa, Mario Desbordes, y de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand. Ambos se sumaron a la discusión política y semanal del Comité Político en la nueva instancia creada por Pérez: la reflexión de los domingos en la tarde, que por el momento y la pandemia se realizan por Zoom a las 19:00 horas. 

“El Presidente es quien lidera, quien toma las decisiones, pero el director técnico, en general, está fuera de la cancha y entra cuando hay problemas”, asegura la diputada Núñez al ser consultada por la relación entre el Mandatario y su nuevo círculo de hierro.

¿Piñera cedió más espacio a su equipo? En el oficialismo, varios piensan que sí. “El ministro Pérez llegó a ejercer un cargo con opinión propia, con vocería propia, siempre en coordinación con el Gobierno, pero ha sido un ministro que en sus primeras semanas ha dejado una impronta clara respecto de cuáles son los puntos que quiere enfatizar. Creo que ha sido un real aporte a la discusión y al ordenamiento necesario que debemos tener como Chile Vamos”, agrega el diputado Coloma.