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El TC corre contra marzo: Presidente y Congreso entrantes deberán nombrar cuatro ministros

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Agencia Uno
POR Ana María |

Cuatro ministros dejan el TC. De ellos, dos cupos serán elegidos por el Presidente electo Gabriel Boric y dos por el Congreso. También deben renovarse dos jueces suplentes y, sin ellos, el tribunal no puede seguir funcionando.

Marzo de 2022 será un mes clave para el Tribunal Constitucional (TC), porque cuatro ministros dejarán sus cargos por cumplir su periodo de nueve años: María Luisa Brahm, Iván Aróstica, Gonzalo García y el actual presidente, Juan José Romero.

Es decir, en marzo el TC quedará con seis de sus 10 integrantes. El cuórum mínimo para sesionar es de ocho. El trabajo en el organismo se divide en dos salas.

El escenario se complejiza aún más luego que ese mismo mes también deben renovarse los dos únicos ministros suplentes que tiene el organismo, por lo que, de no agilizarse los nombramientos, técnicamente el tribunal no podría funcionar.

El retiro de los cuatro ministros titulares del TC tiene especial relevancia por el contexto político. Dos de sus vacantes –Aróstica y Brahm– dependen de la designación directa del nuevo Presidente de la República. Los sucesores de Romero y García deben ser visados por las dos cámaras del Congreso, que ahora será más fragmentado y tendrá a la derecha controlando la mitad del Senado tras las elecciones del 21 de noviembre.

Aróstica y Brahm fueron nombrados en marzo de 2013 por el Presidente Sebastián Piñera en su primer gobierno, por lo que quienes los reemplacen serán designados el nuevo Mandatario Gabriel Boric.

En tanto, los cupos de Romero y García dependen del Poder Legislativo: ambos fueron nombrados por el Senado, en marzo de 2013, a propuesta de la Cámara de Diputados. Para ser ratificados, los jueces del TC requieren un cuórum calificado de dos tercios de los parlamentarios en ejercicio.

El escenario de estos dos nombramientos no es fácil, porque implica que los cupos de Romero y García deben ser votados primero por la Cámara y luego por el Senado.

Los cuatro ministros en cuestión iniciaron su actual período el mismo día: 18 de marzo de 2013. 

Carrera contra el tiempo

Ante a urgencia y el complejo escenario de marzo, el TC ya llamó a concurso público para llenar las vacantes de los dos ministros suplentes, cargos que duran tres años y que hoy ocupan los abogados Rodrigo Delaveau y Armando Jaramillo.

Los jueces suplentes, de acuerdo con la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, son nombrados por el Presidente de la República con acuerdo del Senado. Para ello, tras un llamado a concurso público, el Pleno del TC elabora una lista de siete postulantes que luego envía al Ejecutivo para que escoja un nombre.

El concurso para las vacantes de Delavau y Jaramillo sumó 17 abogadas y abogados, casi el doble que en 2019.

Sus nombramientos son una carrera contra el tiempo. Si Piñera no designa con premura a los dos suplentes, y el Senado no pone en tabla las votaciones, el TC simplemente no podrá funcionar en marzo.

Una historia lenta

Sin embargo, la historia evidencia que el proceso de nombramientos de ministros suplentes en el TC está lejos de ser expedito: las últimas designaciones, de Delavau y Jaramillo, demoraron casi tres años.

En marzo de 2016, la entonces Presidenta Michelle Bachelet propuso al Senado a los abogados Christian Suárez Crothers y Alan Bronfman Vargas, quienes eran jueces suplentes desde 2013.

Sin embargo, Bachelet retiró al día siguiente su propuesta del Senado y envió una nueva un año después, en marzo de 2017, pero sin ponerle urgencia. Esa vez respaldó a Suárez y nominó a Rodrigo Delaveau. 

Fue Piñera quien en marzo de 2018 puso urgencia a los nombramientos en el Senado. Sin embargo, ante la demora en el proceso, Suárez renunció a su postulación y se volvió a fojas cero.

Tres meses después, Piñera remitió al Senado a sus candidatos, Delavau y a Álvaro Fuentealva, quien no concitó apoyo en el Congreso. Así, recién en diciembre de 2019, el Presidente volvió a enviar dos nombres: Delavau y Jaramillo, ratificados en marzo de 2016 y cuyos cargos se terminan en marzo próximo.

Nombramientos y voto dirimente

De los cuatro ministros titulares que dejan el TC, tres fueron propuestos por la derecha: Aróstica, Brahm y Romero. El nombre García fue sugerido por la oposición.

Y si bien el TC está en la mira de la Convención Constitucional, pues podría sufrir modicaciones de fondo, la integración que tendrá en 2023 será clave tanto si el nuevo Presidente de la República o algún sector del nuevo Congreso deciden llevar un proyecto de ley a discusión por inconstitucionalidad.

Asimismo, quien ejerza la presidencia del TC tiene en sus manos una llave que han utilizado todos los sectores políticos: el voto dirimente. Es la atribución que le permite al presidente del TC resolver ante un empate.

El último presidente electo del TC fue Juan José Romero, el  21 de agosto pasado, en reemplazo de María Luisa Brahm.

Romero es uno de los cuatro jueces que en marzo dejan el Tribunal Constitucional. Así, los seis que continúan son Cristián Letelier, Nelson Pozo, José Ignacio Vásquez, María Pía Silva, Miguel Ángel Fernández y Rodrigo Pica (el último que juez que llegó al TC).

Actualmente, el sistema de nombramientos en el TC consiste en tres cupos designados por la Presidencia de la República; dos por el Senado, dos por la Cámara de Diputados (ratificados por el Senado) y tres por la Corte Suprema. 

Este artículo fue actualizado el 20 de diciembre de 2021.