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Las tareas de Ossa en el último año

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Agencia Uno.
POR Gladys Pierola |

Juan José Ossa, el quinto ministro Segpres de Piñera, deberá tender relaciones con una nueva mesa del Senado y conducir el apoyo a la Convención Constitucional. Sus aliados más próximos están en RN, pero tiene puentes en la oposición.

“Estas dos últimas semanas legislativas fueron dos muy buenas semanas”. Así parte el video resumen que el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Juan José Ossa (RN), viralizó el viernes pasado en las redes sociales. Flanqueado por el subsecretario Máximo Pavez (UDI), el titular de la Segpres contó en menos de 40 segundos tres de los “triunfos” que logró en los primeros 15 días del nuevo año legislativo: ampliar la franja televisiva de los candidatos independientes a la Convención Constitucional, la extensión del estado de catástrofe y la elección de abril en dos días.

Ese triple desafío pusieron a prueba su muñeca política en primera línea. Y con los dos últimos pasó más de un mal rato. La extensión del estado de excepción por 90 días se convirtió en una lluvia de críticas de la oposición al manejo del Ejecutivo, en especial por el uso del toque de queda y por una frase que Ossa usó para explicar que si no se aprobaba eran “millones de chilenos los que perderán los beneficios” asociados a la pandemia. “Cada uno se hace responsable por lo que vota”, dijo el titular de la Segpres frente a la Cámara, lo que provocó reclamos directos de la izquierda y la centroizquierda, quienes incluso calificaron sus palabras como un “chantaje”. De todas maneras, pasó el trago amargo y logró aprobar la extensión del decreto por amplia mayoría.

En el caso de la votación de la elección para el 10 y el 11 de abril, pasó susto no solo con la oposición, también lo hizo con las filas de RN. El primer traspié de Ossa con los suyos fue con su antecesor y hoy candidato a la Convención, Cristián Monckeberg (RN), quien señaló que no “era momento de improvisar” a pocas semanas de los comicios. Luego fue el revés que sufrió en la votación en la Cámara, cuando la propuesta se rechazó en particular y no alcanzó el cuórum, entre otras razones porque 11 diputados de RN se descolgaron. Algo molesto ese día, el ministro apeló al “orden que debían tener los partidos”, partiendo por el suyo.

Luego de pasar a una Comisión Mixta, Ossa dio vuelta el tablero en las dos salas y con holgura. Costó. Decenas de mensajes directos con los beneficios de la medida, detalles sobre la custodia de las urnas y un almuerzo con la bancada aliviaron la carga. Además, fue clave poner arriba de la mesa números sobre la participación de adultos mayores. En esa tarea de ordenar los votos indecisos y escépticos también ayudó Pavez y el candidato presidencial RN, Mario Desbordes.

Un Comité Político de salida

Abogado, ministro y músico es su descripción en Twitter. Ossa, quien es conocido por su perfil litigante en el mundo jurídico y como vocalista de “Juana” en el mundo más rockero, es el quinto titular de la Segpres de la segunda administración del Presidente Sebastián Piñera. Asumió a principios de enero y uno de sus primeros “logros” legislativos fue frenar el proyecto que buscaba abrir la puerta al retiro desde las rentas vitalicias.

Aún no cumple tres meses en su nuevo cargo, pero el ministerio lo conoce de memoria. Estuvo previamente un poco más de un año como subsecretario de la cartera que coordina la relación entre el Ejecutivo y el Congreso. Ahí fue el segundo a bordo de tres de sus antecesores: Felipe Ward, Claudio Alvarado y Monckeberg. Sin embargo, en La Moneda aseguran que su “corazoncito” siempre estará en Justicia, donde ejerció como subsecretario en los primeros dos años de Gobierno.

En Chile Vamos, le reconocen un estilo ameno y dialogante, aunque su peso político -desconocido para algunos en la oposición y también en el oficialismo- se verá ahora, en una cancha difícil con un Congreso en proceso de reelección y una Convención Constitucional en camino que puede eclipsar el debate parlamentario. “Puede hacer una buena pega, pero no siempre depende de él. Aquí, muchas veces depende de Hacienda y de las decisiones que tome el propio Presidente”, explica un parlamentario de Chile Vamos.

Juan José Ossa (41) viene de una familia política –hijo de Juan Luis Ossa y Lucía Santa Cruz-, pero no tiene un ADN piñerista duro. Lo suyo ha sido un camino un poco más largo y ha construido una relación con el Mandatario, en especial en esta administración.

En el Comité Político tiene buena sintonía con el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, quien por su pasado de diputado mantiene un activo rol político con los parlamentarios oficialistas. En el caso de Ossa quedó como el único militante de RN en el equipo ministerial más cercano de Piñera. “Nos gustaría tener una mayor representación, pero él cumple un buen papel”, comentan desde la directiva del partido ubicado en calle Antonio Varas.

De hecho, tener una relación fluida en el círculo de hierro del Presidente es parte de los desafíos del ministro. Conocidos fueron los roces que tuvo el anterior titular de la Segpres, Cristián Monckeberg, con su entonces par de Hacienda, Ignacio Briones, por las ayudas económicas en medio del debate por el segundo retiro del 10%. Hoy en el Comité Político hay un poco más de complicidad e incluso un grado de “lealtad” que hace un rato no se veía, señala uno de sus miembros. Pesa el factor generacional -en promedio tienen un poco más de 43 años- y también que son el equipo del último año, el equipo de salida. “No hay tiempo para pelear. No hay tiempo para perfilarse o para hacer complot”, resume otra importante fuente de La Moneda.

¿El pato cojo en el Congreso?

Una de las tareas inéditas que tendrá que encabezar Ossa y su cartera en el último año de Gobierno será el rol de coordinador para la Convención. Esto significa que la Segpres será la encargada de dar apoyo técnico, administrativo y financiero al órgano redactor de la nueva Constitución. Un desafío que Ossa lo ha calificado como “histórico”.

Sin embargo, en paralelo deberá enfrentar quizás la tarea más dura: tratar con la Cámara de Diputados y el Senado en modo “pandemia-electoral”. A la cabeza de sus prioridades, este mes previo a la mega elección del 10 y el 11 de abril está la agenda de seguridad, la reforma de pensiones y los cambios a Fonasa. Y ninguna parece fácil con la oposición.

En Chile Vamos, advierten que la estrategia de la centroizquierda y la izquierda este año será poner en votación los temas y proyectos que son “impopulares” para el oficialismo como el tercer retiro desde los fondos previsionales o el proyecto tributario de impuestos a los altos patrimonios o llamados “superricos”. “Lo ideal es tener una alternativa a estas propuestas y no negarse a la discusión, porque cuando el Gobierno guarda silencio, molesta”, comenta un parlamentario de RN en relación con la labor que debe tener la Segpres en este periodo.

“Espero que este año tengamos una buena relación. Es un año sensible, porque cada parlamentario piensa en su propio interés antes que los intereses de la coalición y esa es la realidad. Por eso, hay que ser hábil políticamente para que los parlamentarios sientan que no quedan solos y que el Gobierno no les da más opciones”, comenta a este medio el diputado RN Gonzalo Fuenzalida. El parlamentario es uno de los más cercanos Ossa y está entre quienes pidió al Ejecutivo adoptar la propuesta de Joaquín Lavín sobre un retiro desde el AFC para contrarrestar el tercer 10%. Ahora la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, dijo en Radio PAUTA que el Gobierno está abierto a analizar aquella idea del precandidato presidencial de la UDI.

Pero, ¿cómo se ve el panorama en ambas Cámaras? El Senado esta semana debería realizarse el cambio de mando en la mesa. Sale Adriana Muñoz (PPD) y, si todo resulta según lo planificado por la centroizquierda, Yasna Provoste (DC) debería asumir la presidencia. Con Muñoz la relación es cordial y directa, aunque la parlamentaria por la Región de Coquimbo suele ser crítica con La Moneda. Incluso, señaló en PAUTA que se va de la testera “preocupada por la relación entre los poderes del Estado”.

Con Provoste, a primera vista el trabajo de Ossa se ve más complicado. No solo perfil más duro de la exministra de Educación, también porque se conocen menos. “Ahí no hay ningún vínculo”, explican desde la oposición. De hecho, el titular de la Segpres apuesta, dicen en La Moneda, a que el senador Jorge Pizarro, quien asumiría como vicepresidente, pueda ayudar como “puente” en esa relación.

Si se hiciera un mapeo, la comunicación de Ossa en la Cámara Alta fluye más con los senadores Felipe Kast (Evópoli), Rafael Prohens (RN) Ena von Baer (UDI) y Luz Eliana Ebensperger (UDI). En la otra vereda, además de Pizarro, suele conversar con los socialistas Álvaro Elizalde y Alfonso de Urresti, y el PPD Guido Girardi.

En la Cámara de Diputados, el presidente Diego Paulsen (RN) se transformó en un buen aliado del ministro. Ahí cuenta con más amigos de larga data como los diputados Fuenzalida y Leopoldo Pérez (RN). Por cercanía generacional, también tiene una relación directa con el jefe de bancada de RN, Sebastián Torrealba, con la diputada Ximena Ossandón (RN), y con los UDI Guillermo Ramírez, Juan Antonio Coloma y Jorge Alessandri.

En la oposición varios de sus lazos se han ido construyendo gracias al “cigarro” legislativo que se fuma en los patios, entremedio de las tramitaciones. Si bien con la pandemia y el teletrabajo ha disminuido esta práctica, lo cierto es que en más de una oportunidad ha ayudado a conversar más con parlamentarios como Leonardo Soto (PS), Manuel Monsalve (PS), Víctor Torres (DC), Gabriel Silber (DC), Pablo Lorenzini (ex-DC)  y Gabriel Boric (CS).