El “turbulento” aterrizaje del ministro Jackson en el Congreso
El titular de la Segpres se enfrenta a reparos personales y desconfianzas institucionales. “El gobierno necesitaba traer a Lionel Messi y trajo a Mike Tyson”, dice un diputado del oficialismo.
Giorgio Jackson regresó al lugar donde trabajó por ocho años, pero había cambios. En el Congreso los muebles siguen donde mismo, pero hay nuevos inquilinos. Y de los antiguos que se mantienen, parecen distintos. Distantes. Hasta el 10 de marzo de este año, Jackson era un diputado, uno de ellos. El 11 de marzo se convirtió en ministro. Y a juzgar por sus dos primeras semanas en uno de los puestos estratégicos de La Moneda, no, ya nada es como antes.
Con amargura, el diputado Jaime Araya (Ind. PPD) dice que “el gobierno necesitaba traer a Lionel Messi, una persona que arme, articule, y trajo a Mike Tyson“.
La figura del ministro secretario General de la Presidencia fue protagónica en la semana que termina. Partió con una reunión con socialistas en el Senado donde recibió comentarios sobre la ley de Indulto (ahora amnistía) para los presos del estallido: él creyó que eran apoyos, pero le respondieron que entendió todo mal. El miércoles intentó juntarse con varias bancadas para acercar más respaldos, pero llegó tarde a una de ellas y el senador Pedro Araya (Ind. en cupo PPD) se retiró indignado.
“Claro que era muy activo como diputado frenteamplista, pero eso no quiere decir que fuese muy querido fuera del Frente Amplio”, comenta una exparlamentaria.
El estreno en terreno
El catálogo de prioridades con que carga Jackson es extenso. Por un lado, debe surfear con Hacienda y Trabajo para negociar (ahora se habla de “pactar”) los avances en las reformas tributaria, previsional y laboral. En otro frente tiene que impulsar reformas de seguridad pública en conjunto con la ministra del Interior, Izkia Siches; en particular, cambios a Carabineros. En ese entresijo es por donde intentó conseguir anuencias sobre la ley de amnistía.
Por si no bastara con esas dificultades, ya se arma la tempestad del quinto retiro previsional. Si antes, como diputado, Jackson concurrió con su voto en los retiros anteriores, ahora como ministro está en contra. Pero podría terminar cosechando los primeros síntomas de una rebeldía dentro de su propio bloque.
Hay otra gran pared contra la cual choca: el Senado. No, Jackson no solo tiene problemas con la mayoría de los diputados (excolegas que tienen una larga lista de cuentas pendientes de cuando él era un parlamentario opositor a Sebastián Piñera y antes a Michelle Bachelet). También los tiene con los miembros de la Cámara Alta, que leen todos sus pasos como una intentona por borrarlos del mapa del poder vía Convención Constitucional. Ante elllo, las zancadillas a Jackson ya ni siquiera son sutiles: cuando surgió el “acuerdo de medianoche” entre algunos convencionales que en la práctica jibarizaba al Senado llamándolo “Consejo Territorial”, senadores como Juan Luis Castro y Fidel Espinoza fueron explícitos en sus advertencias: a La Moneda no le sería fácil transitar con sus iniciativas por la Cámara Alta.
De hecho, en buena medida que Álvaro Elizalde esté ahora sentado como presidente del Senado responde a una estrategia mucho más amplia que involucra desde la DC hasta Evópoli y la UDI: el titular del PS debe jugar un rol articulador para que el Gobierno sepa que tiene que moderar a sus propios convencionales de Apruebo Dignidad. Y si no lo consigue, entonces que La Moneda asuma que tendrá oposición interna. La propia elección de Elizalde fue una derrota para Jackson, recordó otro senador PS, Alfonso De Urresti: “Falló en sus cálculos“, dijo en referencia a las negociaciones que el ministro Segpres había avanzado para que el senador RN Manuel José Ossandón liderara la Cámara Alta en esta etapa.
Sin embargo, al analizar los primeros días del ministro Segpres en el Parlamento, las diferencias entre las dos coaliciones de Gobierno -el llamado Socialismo Democrático (PS, PPD, PR y PL) más Apruebo Dignidad- afloran. “Sin duda la relación entre Apruebo Dignidad y el eje socialdemócrata no ha cuajado aún. Somos claramente dos coaliciones distintas tras un Gobierno” señaló la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), Flavia Torrealba a El Mercurio.
En parte, el cónclave presidencial de este viernes en Cerro Castillo, en Viña del Mar, buscó calmar esas diferencias.
El PS por el Senado
El síntoma inicial del rudo aterrizaje de Jackson fue la propuesta legislativa sobre el indulto (luego reformulado como amnistía).
El anuncio lo realizó el propio ministro Jackson con la senadora Fabiola Campillai (Ind.) el lunes 21 de marzo en La Moneda, en el contexto de las primeras prioridades legislativas. Pero esta noticia no cayó bien en los sectores del Socialismo Democrático, en especial el PS.
De forma abierta, los senadores socialistas plantearon que, dado que no habría votos en favor de la iniciativa porque la derecha no lo respaldaría, ese fracaso sería presentado como un problema de la institución del Senado. La bancada redactó un comunicado donde sostienen que “así no se hacen las cosas. No basta con ponerle suma urgencia a un proyecto si esa decisión no es conversada con las distintas bancadas”.
“Así no se hacen las cosas. No basta con ponerle suma urgencia a un proyecto si esa decisión no es conversada con las distintas bancadas” dice el comunicado redactado por senadores PS respecto al anuncio del Gobierno de asignar suma urgencia pycto de Indulto General. @Pauta_cl pic.twitter.com/P7sf72zJum
— Sofía Del Río Rau (@sofidelrio10) March 22, 2022
Y en esa misma línea, el senador socialista Fidel Espinoza invitó al ministro Jackson a “reconstruir relaciones que destruyó con su soberbia”, según contó en Pauta Final, de Radio PAUTA.
La propia Campillai criticaría, un par de días después, a la Cámara Alta. Allí “se entrampan las leyes y no quieren reparar todo lo que pasó, no quieren […] El Senado no puede existir, no lo necesitamos”, dijo durante una visita a la Convención.
Sin luna de miel
En cuanto a estos primeros días, hay cierto consenso de que el Gobierno perdió el control de la agenda en la primera semana, y que su apuesta es muy arriesgada. En el cónclave de Cerro Castillo quedó claro: el Presidente Gabriel Boric debió llamar al orden al oficialismo.
Fue tal el nivel de entusiasmo, que incluso algunos presentes interpretaron como cierta la convocatoria presidencial de que las dos coaliciones que apoyan al Ejecutivo (Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático) deberían integrarse en un solo gran conglomerado.
“En política de repente hay algunos parlamentarios que suelen caer no en proyectos colectivos, sino que en caminos personales, individuales. Y eso, la verdad, no construye gobiernos, no construye mayorías, y por lo tanto, no construye las reformas que la gente está pidiendo hace rato. Esas conquistas reales que la gente espera del Gobierno de [Gabriel] Boric y de este Congreso no van a ser posibles si cada uno anda por su lado”, comentó el diputado Vlado Mirosevic en Pauta Final este viernes tras el cónclave en Cerro Castillo.
El diputado Leonardo Soto (PS) dice que “este Gobierno le toca navegar en un Congreso como pocas veces se ha visto en la historia reciente de nuestro país: altamente fragmentado, muy dividido, con dos coaliciones supuestamente de gobierno, con muchos independientes y sin tener una mayoría clara en el Senado ni tampoco en la Cámara de Diputados”.
En esas condiciones, el diputado cree que estos primeros días de Gobierno “se ha ido construyendo es una relación entre el Ejecutivo y Legislativo, con varios corcoveos y con algunas dificultades en la instalación”. Sin embargo, confía de que en el mediano plazo “podremos construir una mayoría muy amplia en la Cámara al menos, que pueda materializar las iniciativas legislativas del Gobierno”.
El resultado de estas dos semanas es que la luna de miel, ese período de relativa paz política en todo inicio de gobierno, ni siquiera duró una semana laboral.
No solo eso. A pesar de que la Democracia Cristiana no es oficialista, fuentes de dicho partido dicen a PAUTA que hay parlamentarios -especialmente PS y PPD- que le han señalado al ministro Jackson que es necesario constitruir una “mayoría legislativa”.
En esa línea, el jefe de bancada de la DC, el diputado Eric Aedo, señala que hoy el proceso de instalación rapidísimo, “la luna de miel se acabó y el Gobierno tiene que entender ese proceso, y actuar igual de rápido”. Por tanto, “ya no tiene tiempo para el ensayo y error”, comenta el parlamentario.
La mirada de Apruebo Dignidad
La apreciación que el Frente Amplio y el Partido Comunista realizan sobre la figura del ministro de la Segpres y sus primeros días en el Congreso es más amable. Todavía. Después de todo, Jackson es uno de los fundadores del FA y uno de los políticos más cercanos al Presidente Boric.
La diputada Consuelo Veloso (RD) se refirió en Pauta en Desarrollo a estas diferencias que han existido con la coalición del Gobierno que integran PS, PPD, PR y liberales. Por ejemplo, respecto a otorgarle suma urgencia al proyecto de Indulto General, la parlamentaria dijo: “El Partido Socialista y todos los partidos de este país sabíamos que era una prioridad en la agenda legislativa del Gobierno, entonces acusar ahora que no sabían que esto iba a pasar, que era una sorpresa, que hay una soberbia, yo creo que en el fondo hay un mañoseo por parte de la ex-Concertación. Quieren llevarse los beneficios de ser oficialismo, pero no los costos, y estamos en un momento en que obviamente hay que asumir costos y hay que tomar posturas”.
Para Mercedes Bulnes (Ind. RD), hay que esperar al menos un mes y medio para ver cómo se va desenvolviendo la relación entre el Ejecutivo y sus parlamentarios. Pero a diferencia de lo que señalan otros, cree que “el Gobierno tiene prioridades muy claras” y destaca como positivo que a ellos como parlamentarios también se les preguntó por las propias.
Respecto a la decisión de otorgarle suma urgencia al Indulto General, Bulnes piensa que “es un tema discutido desde hace bastante tiempo, no es para tanta sorpresa”. La diputada considera que es un tema que tiene que zanjarse a la brevedad, porque “tensiona a toda la sociedad”.
En el PC, públicamente le dan crédito a Jackson. El diputado Luis Cuello (PC), por ejemplo, indica que ha visto “mucha disposición y buena voluntad del Ejecutivo y del ministro Segpres para ir estrechando y mejorando las comunicaciones entre el Gobierno y las bancadas oficialistas”.