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Primó la antigüedad: la Suprema elige a Fuentes Belmar como su presidente

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Guillermo Silva y Juan Eduardo Fuentes. Créditos: Agencia Uno
POR Ana María |

El ministro con mayor antigüedad toma la posta de Guillermo Silva. La judicatura “es un poder esencial para el funcionamiento del Estado de Derecho y para el sistema democrático”, indicó. Asume el 6 de enero.

Ya había consenso en su nombre. Así, el Pleno de la Corte Suprema eligió como su nuevo presidente al ministro Juan Eduardo Fuentes Belmar (72) en reemplazo de Guillermo Silva. El titular del máximo tribunal estará al frente de la entidad durante dos años.

Por fecha de nombramiento, Fuentes Belmar es el integrante de mayor antigüedad entre los ministros de la Suprema. Y esa característica es una tradición que sigue la Corte a la hora de elegir a su presidente. Su nombre para el cargo, por lo tanto, era largamente esperado.

El juez integra la Primera Sala Civil. Además, es ministro del Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel), donde en junio de este año se confirmó el fallo que anuló por irregularidades las elecciones municipales de San Ramón, en las había sido reelecto el alcalde Miguel Ángel Aguilera.

Fuentes es un juez de larga carrera en el Poder Judicial. Entró en 1974 como secretario del Juzgado de Letras de Yungay y ha sido ministro en seis cortes de Apelaciones del país: en Chillán, Talca, Valdivia, Arica, San Miguel y Santiago, donde también fue presidente.

Mientras fue ministro de la Corte de Santiago, entre 2002 y 2011, fue nombrado para investigar el homicidio del cantautor Víctor Jara en el Estadio Chile en 1973. Luego la causa pasó a manos del juez Miguel Vásquez, quien dictó en 2017 las primeras condenas por el crimen.

A la Corte Suprema llegó 2011: fue uno de los cuatro ministros del máximo tribunal que el Presidente Sebastián Piñera designó en su primer gobierno. Su nombramiento fue respaldado por el Senado en votación unánime.

Al aceptar el cargo como nuevo titular de la Suprema, Fuentes dijo que su antecesor “ha debido enfrentar un difícil y complejo periodo ocasionado por la pandemia”, pese a lo cual “ha sabido conducir Al Poder Judicial con mucha decisión y sabiduría para mantener su funcionamiento aun en condiciones adversas”. Agregó que el Poder Judicial enfrenta el “gran desafío de responder a las necesidades de resolución de conflictos de las personas y  administrar justicia. En todo caso, el Poder Judicial tiene un plan de trabajo en marcha de reforzamiento para enfrentar esta situación”.

En un énfasis importante dado el contexto constituyente que atraviesa el país, el nuevo presidente de la Corte Suprema manifestó que la judicatura “es un poder esencial para el funcionamiento del Estado de Derecho y para el sistema democrático, reconociendo siempre su independencia y autonomía como principios fundamentales”.

La Suprema y la Convención

La presidencia de Fuentes Belmar coincidirá con el año en que la Convención Constitucional (CC), de acuerdo con los plazos, debe terminar su trabajo de redacción de la nueva Constitución. 

La Comisión de Sistema de Justicia de la Convención prepara una serie de cambios al Poder Judicial. El 9 de noviembre pasado, por ejemplo, expuso ante sus integrantes el  Guillermo Silva.

Ante la Convención, Silva adelantó los puntos que el Pleno del máximo tribunal considera clave: “Mantener la independencia judicial, la inamovilidad, la legalidad, la imparcialidad, la responsabilidad, autonomía e inexcusabilidad, principios que han demostrado ser contributivos para ese objetivo”.

Además, dijo que son partidarios de separar las funciones jurisdiccionales de la Corte Suprema de las administrativas.

Precisamente, sobre ese punto, el 9 de diciembre la Comisión de Sistema de Justicia de la CC planteó una postura preliminar: hubo consenso de separar la función jurisdiccional de la administración del sistema. 

Fuentes Belmar asumirá oficialmente la presidencia de la Corte Suprema el 6 de enero.

En conjunto con el Pleno, Fuentes deberá elegir a quien lo acompañará en la vocería de la Suprema. Y así como se podría mantener en ese rol a ministra Gloria Ana Chevesich, el nuevo presidente podría inclinarse por Ángela Vivanco, pues es una de las ministras más cercanas.