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Boric, Sichel y Provoste: cómo el cuarto retiro pone a prueba la muñeca política de los candidatos

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Agencia Uno/PAUTA
POR Gladys Pierola |

Los candidatos presidenciales difieren en sus discursos, pero se parecen en la división que causan entre sus parlamentarios.

El cuarto retiro desde los fondos previsionales se convirtió en una piedra en el zapato para los candidatos presidenciales. Han tenido que responder una y otra vez por su posición en el debate y también por los votos de su coalición. Y, quizás, ahí está el principal problema. Las tres cartas presidenciales que lideran las encuestas y que también tienen una representación relevante en el Congreso han tenido que medir en los últimos días su muñeca política tanto con los descolgados y como con los aliados.

El mapa está desordenado. Por un lado, Sebastián Sichel intenta ponerles freno a los parlamentarios rebeldes de Chile Podemos Más, que insisten en apoyar un cuarto retiro del 10%, aunque el candidato independiente por el oficialismo ha sido claro en rechazar la iniciativa.

El panorama no es mejor para el candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, quien no solo cambió de opinión tras anunciar que apoya el proyecto, sino que añadió otra controversia al proponer la introducción de límites. El diputado por Magallanes ha dicho a diario que presentará indicaciones para dar una señal de “responsabilidad” ante las advertencias económicas que se han levantado. El problema es que en su bloque no todos están de acuerdo con la idea de hacer tributable este nuevo retiro. 

Ni muy lejos ni muy cerca está Yasna Provoste. La senadora DC y abanderada de Nuevo Pacto Social ha mantenido un incómodo silencio sobre si apoya o no el proyecto. Se ha escudado en que debe “esperar” a que la propuesta llegue a la Cámara Alta para tomar una decisión. Sin embargo, hay una división entre los diputados y los senadores que la apoyan. De hecho, desde la Cámara los que promueven el nuevo “10%” reclaman más definición de la candidata, mientras que, entre sus colegas del Senado, el rechazo reina y varios ya advierten que deberían tomar una decisión conjunta visada y coordinada con la propia Provoste. 

Por eso, es clave lo que pase durante el ciclo de Fiestas Patrias. La semana distrital será un espacio para negociar de lado y lado, cuadrar y evaluar el futuro del cuarto retiro desde los fondos previsionales. Desde la oposición dicen que los votos no están, pese a que en el oficialismo los más entusiastas aseguran que podría haber una docena de “rebeldes”. Todo dependerá de la presión interna y también electoral. 

Al regreso del Dieciocho, la polémica iniciativa se votará en particular en la Comisión de Constitución de la Cámara y luego enfrentará la Sala. Cómo llegará el texto final es un misterio a medias, pues la base de votación es el proyecto del tercer retiro del 10%, pero el compromiso de indicaciones puede cambiarlo.

Boric: la encrucijada por los impuestos

“Tenemos que ser responsables, preocuparnos de las advertencias que se han hecho y ver cómo hacemos que el cuarto retiro, que nosotros vamos a aprobar, no sea regresivo. En esa discusión estamos y a mí me parece bien que se argumente de manera consistente y no sencillamente con frases para la galería”, dijo Boric este viernes desde Concepción, tras participar en el primer encuentro de gobernadores regionales del país.

El argumento de esa respuesta es repetitivo. El problema es que en el flanco interno debe convencer que esos límites no son solo una señal, sino que hay quienes lo apoyen. Sobre el retiro, hasta ahora el candidato ha hablado de impuestos y de pagos en cuotas espaciadas para no tener un shock de liquidez. Con qué fórmula tributable y cuántas cuotas, no está zanjado. No es un misterio que el tema no tiene una mirada común en sus aliados y algunos sectores como el PC y el FRVS no les gusta mucho la fórmula de hacer tributable este nuevo 10%. 

Por eso, lo más complejo para Boric es que su cruzada, más que responsable, parezca solitaria. A los resquemores internos, se suma que al resto de la oposición tampoco les parece la idea y ya han dicho que sus votos en la Cámara no están por un retiro con “letra chica”. Se lo han dicho diputados DC y PS, por ejemplo. Eso de la “letra chica”, en todo caso, partió por la diputada del Partido Humanista  -y guaripola de los retiros previsionales- Pamela Jiles. La parlamentaria, crítica habitual de su colega del FA, lo acusó a él y a ese bloque de boicotear el nuevo retiro desde las AFP. “Quiere torpedear con sus indicaciones con impuesto. Ha superado el peor momento de Piñera. Esa es la verdadera razón por la cual hemos tenido que maniobrar”, dijo Jiles tras confirmarse que la votación del proyecto quedaba para después del “18”. 

Desde la vereda frenteamplista retrucan: explican que en la derecha no están los votos y que declaraciones como las de Jiles solo buscan “rasguñar” el buen momento de Boric. Sin embargo, sí hay una cosa clara: en la bancada de Apruebo Dignidad y también desde el comando se encendieron las alarmas. Hay preocupación de que este tipo de arremetidas comunicacionales agarre cierto vuelo y afecte al candidato, quien se tomó este tema como cruzada personal. Boric quiere demostrar que hay responsabilidad económica en sus filas y que esas señales van acompañadas de “gobernabilidad”.

Se verá en la votación si termina siendo solo una apuesta testimonial. 

Sichel: la división oficialista con el liderazgo del candidato 

“Voy a estar mirando quiénes apoyan o no esto para después, cuando pidan apoyos de vuelta en las campañas”, fue la primera advertencia del candidato oficialista en el debate por un nuevo retiro previsional. Es una posición que ha mantenido firme incluso protagonizando varios impases con personeros de Chile Podemos Más. Ha pasado del emplazamiento general a los llamados al orden de los parlamentarios y apuntar directamente a las dirigencias por no tener la capacidad de disciplinar a sus diputados y senadores. 

El guante lo recogió el presidente de Renovación Nacional, Francisco Chahuán. “Las preocupaciones de su campaña son las suyas y la de liderazgo del partido las nuestras”, replicó el senador por Valparaíso. Chahuán no es solo la cabeza de su partido, sino también desde el principio fue uno de los principales escuderos de Sichel en RN.

Sichel ha tenido en este tema, hasta ahora, un solo discurso. Está consciente de que estar en contra del cuarto retiro le hace bajar en las encuestas y que su estilo más duro ha levantado críticas, pero en su entorno dicen que continuará enviando recados a los diputados que -a su juicio- anteponen sus intereses electorales a lo del bien común. “Espero que los parlamentarios que votaron a favor para mantener su asiento calentito en el Congreso tengan la responsabilidad, en dos años más, de decir ‘oiga, sabe, perdón que el país es más pobre, tenemos una inflación campante y usted no tiene pensión'”, señaló en una de sus intervenciones. En Radio PAUTA, por ejemplo, habló de que quienes impulsan el retiro lo hacen a base de “más mentiras, más mentiras”.

Aunque en su comando defienden la actitud del abanderado presidencial oficialista en este debate, en los partidos la situación se resiente. Por ejemplo, un importante dirigente de la UDI asegura que el estilo de Sichel puede tener de fondo una diferenciación con el Presidente Piñera, que pese a estar en desacuerdo con el retiro de fondos de pensiones igualmente presentó proyectos propios debido a la presión.

“Nosotros nos tenemos que alinear detrás de nuestro candidato que es Sebastián Sichel. Francisco Chahuán no habla por la coalición. Si él tiene problemas en Renovación Nacional con algunos diputados o candidatos a diputados, es su deber ordenarlos”, dijo el vicepresidente de Evópoli, Francisco Undurraga.

En una línea similar, el presidente y diputado de la UDI, Javier Macaya, agradeció el tipo de liderazgo de Sichel de ejercer autoridad, “aun a costa de pagar costos en popularidad, aun cuando signifique ir quizás contra lo corriente en términos de lo que quizás la mayoría espera”.

En Renovación Nacional, el partido con más díscolos en torno al cuarto retiro, las posiciones se enredan más. La Comisión Política se cuadró con el candidato y el Gobierno, pero una parte de su bancada estaría en “reflexión”. Un parlamentario de RN apunta, fuera de micrófono, que la inexperiencia de Sichel “en la administración de triunfos electorales” lo lleva a cometer errores en la relación con los parlamentarios.

“Hay que bajar algunos cambios. […] Es necesario, sobre todo en Chile Podemos Más, cuidar el mayor liderazgo que tenemos en la coalición, que es el candidato Sebastián Sichel”, señaló el diputado y uno de los desbordistas más fieles, Camilo Morán.

Se trata de un punto que también hace uno de los diputados que públicamente ha dicho que votará a favor del cuarto retiro, Jorge Durán (RN). “La verdad es que muchas relaciones no hay. […] Yo hago un llamado a madurar, a ver de qué manera podemos construir un mejor país, de qué manera podemos entregar un mejor proyecto como Chile Podemos Más, pero eso no se construye imponiendo la fuerza”, respondió.

PAUTA solicitó una declaración sobre el tema en el equipo de comunicaciones de Sebastián Sichel, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Provoste: los costos del silencio 

“Hemos apoyado los tres retiros anteriores, pero como candidata presidencial tengo una responsabilidad distinta. No nos podemos pronunciar hasta que no llegue al Senado”, ha sido el discurso de Yasna Provoste cada vez que le preguntan por el tema.

En el caso de la senadora DC, su estrategia de esperar y no definir una postura clara también le está pasando la cuenta interna. En general, ha planteado que prefiere las ayudas del Estado, como el IFE. Pero ante el anuncio del Ejecutivo de extender esa política, ella a fines de agosto deslizó la línea de fondo del argumento que esgrime para dilatar su visión sobre los retiros previsionales: “Con este Gobierno, no me adelanto porque nunca hace lo que dice. Espero que cuando llegue al Senado conocer algún documento“, indicó sobre el IFE en Radio PAUTA.

Esa respuesta inquieta en las filas internas. De hecho, algunos diputados de centroizquierda e incluso desde la propia bancada de la DC le han trasmitido a su comando que es necesario que la candidata de Nuevo Pacto Social (NPS) marque una posición pronto. Hasta ahora solo el coordinador programático del comando de Provoste, Marcelo Mena, ha dado luces y ha dicho que ella está en contra, pero la candidata no lo ha confirmado. 

“Necesitamos saber si hará la diferencia con Sichel, o con Boric que quiere ponerle impuesto al retiro”, advierte un dirigente del bloque.

Y es ahí donde está la primera barrera. En el equipo de la carta de la DC aseguran que tienen claro el costo de ese silencio, pero que también tomar una decisión apurada sin saber si el proyecto llegará o no al Senado podría tener peores resultados. Incluso, generando quiebres con las bancadas y pagando costos en los votos que se pueden ir por la izquierda a Boric. “El cuarto retiro no va a tener el efecto que la gente piensa en el electorado, porque mucha gente no va a sacar porque no tiene. Esto es un retiro de clase media”, dice un senador de oposición.  

La senadora DC ha comentado que el contexto “es distinto” en relación con los retiros anteriores y que lo he conversado con “economistas que tienen una mirada responsable” con los problemas de la ciudadanía. Pero, la decisión de Provoste también pasa por una puesta en escena grupal más que solitaria. Si bien buena parte de los diputados de NPS están a favor del cuarto retiro, pese a las advertencias del Banco Central y de los propios expertos del sector, en el Senado la situación es distinta. 

“La disposición general original es contraria, pero hay conversarlo aún. Esto no tiene que ver con si le ponemos más o menos trabas, sino cuánta más plata le puedes echar a la economía”, dijo a PAUTA el senador y jefe de bancada del PS, José Miguel Insulza

De los 23 senadores que están con Provoste, hasta ahora solo Alfonso de Urresti (PS) y Pedro Araya (Ind.-PPD) tendrían claro su voto a favor. El resto tiene más reticencia. Entre los que han transparentado su rechazo están los senadores Carolina Goic (DC), Jorge Pizarro (DC) y Carlos Montes (PS), entre otros.

Por ahora, no hay una postura completamente coordinada. Se ha ido conversando de a poco en los pasillos y en las bancadas por separado, pero se espera que la próxima semana sirva para tener una mirada conjunta. “Sería ideal que nos pusiéramos de acuerdo, pero no es fácil. Claro que están los temas electorales”, advierte otro senador del bloque. 

Sin embargo, tanto en el comando como entre los “yasnistas” más fieles tienen algo claro: es importante que la senadora no quede sola pagando los costos y para eso la coordinación de la oposición en la Cámara Alta es clave.

“Soy partidario de que tengamos una postura común, así como lo hicimos en los mínimos comunes.  Aquí tiene que ser una respuesta coordinada con Yasna Provoste”, asegura a este medio el senador y jefe de comité del PPD, Guido Girardi