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Las almas de RN en busca de un nuevo líder

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POR Gladys Pierola |

Con Desbordes y Allamand en el Gabinete, RN enfrenta un proceso interno de rearme. En las próximas semanas deberán zanjar el titular de una nueva presidencia y también reafirmar la fecha para los próximos comicios. Varios levantaron la mano.

Renovación Nacional quedó este martes en un limbo interno. El diseño del último ajuste de Gabinete del Presidente Sebastián Piñera dejó un vacío en el partido más grande de Chile Vamos. Con Mario Desbordes de ministro de Defensa y Andrés Allamand como nuevo canciller, las dos almas -aunque algunos hablan de varias más- y sus conflictos quedaron neutralizadas en dos carteras sectoriales donde, además, deberán mantener a raya sus opiniones políticas de la contingencia diaria. Al menos, esa es la tradición que existe en ambos ministerios. Como punto intermedio de ambos en La Moneda quedó el nuevo titular de la Segpres, Cristián Monckeberg, quien no solo comparte haber sido expresidente de partido con sus dos nuevos colegas, sino además se quedó con el cupo RN en el Comité Político.

De hecho, tanto Desbordes como Allamand llegaron este miércoles a La Moneda, en instancias separadas para coordinar sus primeras horas en el Gobierno y los dos se fueron sin dar mayores declaraciones dando pie a la nueva etapa.

“RN quedó en una posición insuperable para salir de una estrechez muy grande como la que estamos viviendo. Los ministros que pertenecen a RN van a reforzar la estrategia del Gobierno, que es lo que corresponde a un partido de Gobierno. Nosotros contribuimos a elegir a don Sebastián Piñera no una, sino dos veces. Aquí hay una oportunidad para confirmar el carácter moderado de RN, enemigo de los manotazos institucionales”, dice a PAUTA el expresidente de RN Carlos Larraín.

Pero la jugada presidencial de incluir a Desbordes y Allamand y sanear las divisiones públicas sorprendió a varios parlamentarios y dirigentes, en especial por la decisión de Desbordes de aceptar un cargo que dejaba congelado su camino como timonel de RN en pleno ciclo electoral y sus anhelos de una carrera senatorial. Algunos, como la diputada Ximena Ossandón, manifestaron su “orfandad” tras la partida Desbordes, pues el “sello de la derecha social” quedaba sin líder en el Congreso y en la dirigencia. 

“Es un cambio de planes”, trasmitió el titular de Defensa a sus más cercanos. La lectura de su decisión es doble. Primero, a Desbordes “le tocaron la fibra” como exteniente de Carabineros al ofrecerle el cargo al frente de las Fuerzas Armadas. Y segundo, pesó la idea de que al Presidente “no se le puede decir que ‘no’ en plena crisis”; aunque en el ajuste ministerial de octubre pasado ya había declinado la oferta ingresar al Gobierno, pero en otro cargo. 

Eso sí, la última gestión como máximo directivo de partido fue ungir a su reemplazante en el Congreso: su mano derecha y jefe de gabinete, Camilo Morán, quien en los próximos días jurará como nuevo diputado. También lo hará como diputado el estrecho colaborador de Allamand y experto electoral Tomás Fuentes; él asumirá en el cupo de Marcela Sabat, quien a su vez tomará la posta como la nueva senadora por la Región Metropolitana que Allamand deja vacante. 

Los tres caminos del Consejo General 

Ya con la página dada vuelta por el momento, y con un café pendiente entre los ahora ministros Desbordes y Allamand, la interna de RN se desató y en todas “sus almas”. En menos de 24 horas varios levantaron la mano para competir por la mesa directiva y en particular por la presidencia que dejó el nuevo titular de Defensa: el senador Francisco Chahuán y el diputado Gonzalo Fuenzalida aseguraron que levantarían listas. Además, en el horizonte están las ganas de la diputada Paulina Núñez, y en menor medida -pero igual presentes- del actual presidente interino, Rafael Prohens, y el sector más cercano al nuevo canciller, quien respalda una candidatura del diputado Diego Schalper.

Eso sí, antes el Consejo General de partido deberá zanjar si las elecciones se mantienen en noviembre, se corren para abril del próximo año o incluso para después de la elección presidencial en noviembre de 2021.  

La fecha tentativa de la instancia sería el 15 de agosto. De manera inédita, de forma no presencial y a través de Zoom, los consejeros deberán votar por la continuidad de la mesa actual hasta su ciclo natural que terminaba en noviembre o una fórmula extendida. Y quién liderará ambos procesos: la transición a la elección -se abre un proceso de postulación solo al cargo de presidente y no a la mesa completa- y, después, cuando se realicen los comicios internos y se renueve la directiva completa.

De hecho, esa será la primera disputa interna. Por un lado, hay posturas como las del senador Prohens que advierten que lo más complejo es mantener la fecha de noviembre, porque se mezcla con el Plebiscito, un tema que divide a RN entre una mayoría que está por el Rechazo y una minoría -que encabezaba Desbordes- por el Apruebo. “Se puede ver contaminado el tema en el partido”, señala el presidente interino de RN a PAUTA.

Sin embargo, el diputado Fuenzalida asegura que lo importante en el Consejo General es que no se posponga la elección. “No hay problema de ser flexibles en algunas semanas, pero tiene que ser este año. Esta es la directiva que va a enfrentar las elecciones”, señala a este medio. 

Y agrega:”Hay que compartir para darle conducción a esa diversidad de RN. Las personas votan por un proyecto de conducción. Esto no da para ser directivas donde estén todos contentos y negociada para que todos tengan un pedazo de la torta. Aquí tiene que haber una torta, tiene que haber una conducción de partido”.

Desde la otra ala de RN, Larraín también aboga porque se mantengan las elecciones en el calendario programado. “Soy partidario que se hagan en noviembre. Además, se van a apaciguar muchos los ánimos, porque Rafael Prohens da garantías de ecuanimidad”, agrega el también exsenador.

¿Mesa de unidad?

Algunos apuntan que la solución en este proceso de elecciones internas debería ser una mesa integrada por todos los sectores, que como describió Chahuán al hacer públicas sus intenciones de dirigir el partido, no solo las dos almas que encabezaban Desbordes y Allamand, sino varias más representadas por los nacionales, los conservadores, los liberales, los socialcristianos y por esa “derecha social” que mezcla algunas de las categorías anteriores. 

“Administrar eso es más difícil. Tenemos la capacidad de llegar bien, de buena manera, de conversar y, por otro lado, llevarnos bien con nuestros socios. No tenemos por qué andar peleando”, dice Prohens. El senador por Atacama responde que lo ideal es tener un camino común y que, aunque no es lo que anda buscando, él no se restaría de continuar a la cabeza del partido, siempre y cuando logre el amplio apoyo de los consejeros.

Es ahí donde algunos personeros del partido señalan que una mesa de unidad, liderada por alguien como la diputada Núñez, cercana a la corriente de Desbordes, podría funcionar en especial si las elecciones se postergan hasta el próximo año. Sería la primera mujer timonel de RN. Pero tiene que lidiar con dos elementos en pleno proceso del “nuevo trato” entre los partidos y La Moneda: el estilo de Núñez -quien lideró propuestas como la extensión del posnatal-, por un lado, y su marido, por el otro: es el ministro Monckeberg, quien precisamente lleva las relaciones entre el Gobierno y el Congreso. 

“Lo que necesita RN es unidad. Me inclino por la diputada Núñez. No creo que haya eventuales roces entre la diputada y el ministro. Son personas muy independientes con bastante carrera política”, dice a este medio el nuevo diputado Camilo Morán, quien además es miembro de la Comisión Política de RN.

Sin embargo, hay otros interesados que insisten que hay que competir y marcar la diferencia de cómo se estaban tomando las decisiones en el partido. “Salieron dos personas que marcaban liderazgos importantes. Hoy hay un vacío de liderazgos en el partido y el partido es el mejor evaluado de Chile […] no podemos seguir con los arreglos por convivencia. La gente se une porque cree y tiene convicción de una forma en cómo un partido tiene que tener un discurso Y, en ese sentido, no da para llegar a consensos de directiva para no producir ningún tipo de problema. Si la política es un problema”, expresa Fuenzalida.

Al otro lado, Chahuán también tomó distancia de la dirigencia actual. Tras las últimas votaciones en el Congreso, aseguró que es “esencial institucionalizar el partido para los efectos que haya un diálogo entre el partido y las bancadas parlamentarias”, en especial ante un ciclo electoral.

“Lo peor que podría ocurrir es que los liderazgos, y particularmente la mesa del partido, tomen decisiones sin la consulta permanente con las bancadas. Institucionalizar el mecanismo de esa toma decisiones es la clave”, agregó el senador por la Región de Valparaíso.

Para Carlos Larraín -detractor de la mesa de Desbordes aunque en algún momento fueron estrechos colaboradores- más allá de los distintos nombres que han levantado la mano para dirigir el partido, lo importante es que “hay que combinarlos bien”. 

El expresidente de RN plantea que la principal tarea de la nueva directiva es que debe ser un equipo “muy fortacho que aglutine a RN”. “Necesitamos un equipo que saque de esta perplejidad en que ha estado el partido durante muchos meses, a partir de que algunos miembros de la directiva se mostraron partidarios de derogar la Constitución, que es lo opuesto a lo que piensa la aplastante mayoría de los militantes”, dice Larraín. 

Y agrega: “Se necesita una directiva muy concentrada en el trabajo interno del partido y que ponga el partido primero y los resultados individuales a la cola”.