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Negociación en ciernes: cómo cohabitará la oposición en un eventual gobierno de Boric

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Agencia Uno
POR Gladys Pierola |

El candidato presidencial de Apruebo Dignidad ha recibido total apoyo. Pero si triunfa, ¿habrá espacio para el PS en el gobierno o se buscará una convivencia “a la portuguesa”?

En el Paseo Bulnes, con La Moneda como telón de fondo, el candidato presidencial de Apruebo Dignidad (AD), Gabriel Boric, habló por primera vez como la carta oficial de toda la oposición. No habían pasado ni 24 horas desde que la Democracia Cristiana confirmó su apoyo “sin condiciones” para la segunda vuelta y en el ambiente todavía se masticaba el escenario actual: el arco completo de los partidos de izquierda y centroizquierda con representación parlamentaria se cuadraron con el abanderado magallánico para que gane el balotaje frente a su contendor del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast.

A su lado, flanqueándolo, tres de sus colegas: Camila Vallejo (PC), Giorgio Jackson (RD) y Vlado Mirosevic (PL). Los dos primeros han estado en la primera línea de la campaña de Boric, en especial Jackson, quien es su coordinador político y el “factótum” del comando de AD. La sorpresa fue Mirosevic, quien apareció por primera vez en una actividad de la carta frenteamplista, luego que hace un año el Partido Liberal quebrara la relación con el FA y se fueran con la ex-Concertación tanto para el pacto parlamentario como para la presidencial. Su presencia no fue casual, el diputado liberal es representante de Arica, sector del norte que fue esquivo para Boric. 

La fotografía de los cuatro parlamentarios, con el palacio de gobierno a lo lejos, se viralizó con rapidez en redes sociales. La puesta en escena tenía como objetivo presentar una promesa para reducir los sueldos de las altas autoridades del Estado, un debate ícono para el FA. Sin embargo, buena parte de las preguntas se centraron en dos temas más: en cómo irán a la conquista del voto de Franco Parisi (PDG) y en su relación con el resto de la oposición. Este último tema es sensible después del gesto de la DC y de los últimos roces que ha tenido con el PC por los ajustes que tendrá el programa.

“Estamos sumando. Hemos escuchado y vamos a seguir escuchando y vamos a seguir abriendo las puertas de no solo la campaña, sino de un futuro gobierno”, dijo Boric al ser consultado por los nuevos apoyos y la posibilidad de sumarlos al equipo en las semanas que quedan de la carrera presidencial.

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El candidato presidencial de Apruebo Dignidad junto a
los diputados Vallejo, Jackson y Mirosevic
. Créditos: Fernando Ramírez.

Su respuesta fue escuchada con atención tanto en su bloque como en los vecinos que hoy conforman Nuevo Pacto Social (NPS). Y la razón es que en el FA, Chile Digno (PC+FRVS) y NPS admiten que la gran incógnita que ronda es, si gana Boric, qué pasará con la relación de la actual oposición.

Luego de años de “ninguneo” a la ex-Concertación, esta pregunta cobra fuerza. Hasta ahora todos los partidos que lo han apoyado han aclarado que la posición en la segunda vuelta no está sujeta a ningún tipo de negociación, discusión de cargos o “repartijas”. Pero si consiguen el triunfo, ¿AD abrirá sus puertas a otros partidos para formar gobierno? Y en caso de que sí lo hicieran, ¿a cuáles? 

“Participar o no de un gobierno así es muy anticipado para decirlo. Lo importante ahora es apoyar a Gabriel Boric sin ninguna condición. Esto dependerá de lo que el futuro Presidente invite. Él tiene que hacer una convocatoria de las fuerzas progresistas. Y ahí veremos”, comenta a PAUTA el diputado Vlado Mirosevic.

Y agrega: “Es difícil saber cuál va a ser el futuro de las coaliciones. El próximo Presidente, sea quien sea, va a empujar al rediseño de coaliciones. Va a pasar de lado y lado y no me atrevería a hacer un pronóstico de qué es lo que va a pasar acá”. 

Hoy todos reconocen que los esfuerzos están concentrados en el 19 de diciembre, y evitan entrar en detalles. Sin embargo, fuera de micrófono admiten que las primeras conversaciones ya comenzaron. Aún son informales y de pasillo, pero están. Al menos, así lo reconocen en ambas veredas. 

Suele salir en la discusión los puentes con el PS y la posibilidad de que ellos se transformen en algo más que un partido observador para un futuro gobierno. Pero, desde las filas socialistas admiten que todo depende “de la inteligencia que tenga el candidato presidencial para tratar con los partidos que están fuera de su coalición”. Esto, porque no es lo mismo negociar con la institucionalidad que con rostros y voces puntuales. 

Lo otro es ver cuál es el nivel del acuerdo o del pacto de gobernabilidad al que se está disponible. En el bloque de izquierda advierten que el PC es un férreo defensor de que el proyecto de Apruebo Dignidad mantenga su formación original, por lo que sumar a nuevas fuerzas tendría un alto grado de complejidad y tensión. Claro, ahí pesa el factor parlamentario y electoral, pues los comunistas se convirtieron en el partido más grande de AD. Meter a nuevos protagonistas como el PS sería recalibrar los pesos internos.

Como explica un importante dirigente socialista mucho de este escenario estará determinado por los números finales que se obtengan en el balotaje. Un Boric que gana con lo justo es distinto a un Boric que gana con cierto margen de holgura. “El gobierno de Apruebo Dignidad no es de nuestra coalición. No nos hemos planteado la idea de ser gobierno y creo que ellos tampoco se han planteado en serio si nos quieren a nosotros o alguien más”, comenta.

PS: esperar el llamado mágico o ¿convivir a la portuguesa?

“Tenemos muchos más puntos en común sin que eso signifique estar en un mismo gobierno. Es parte de la democracia”, dijo Boric para referirse al voto político que emitió el domingo la Junta Nacional de la DC. En la tienda que lidera Carmen Frei esta discusión fue central y, por lo mismo, declararon  que como partido “no se proponen ingresar al futuro gobierno”. Dentro de la centroizquierda es la primera colectividad en marcar el cerco para la conversación del día después. Incluso, en la discusión del fin de semana algunos de sus militantes pusieron sobre la mesa la idea de que se explicitara que ningún DC aceptaría un cargo en caso de que lo llamaran. Ese punto no prosperó, pero la inquietud quedó.

El resto de sus vecinos de Nuevo Pacto Social han sido mucho más cautos en sus señales. En el PS y en el PPD comentan que cualquier decisión pasa por la actitud que tenga Boric con cada uno de los partidos. “No sería apropiado ser parte de un gobierno cuya coalición es distinta a la tuya. Esta conversación tiene muchos bemoles y no se diluyen por un cargo”, dice a PAUTA la presidenta del PPD, Natalia Piergentili

Al otro lado, en la tienda que lidera Álvaro Elizalde, hay al menos dos miradas. Algunos dicen que depende de si hay alguna invitación formal para formar parte de una primera línea y no solo con cuadros técnicos. Aquí la discusión, admiten, es el tiempo: no da lo mismo entrar al principio que esperar unos meses a ver cómo funciona el eventual gobierno ya instalado, con sus aciertos y traspiés. A esto se suma el elenco. La elección de los nombres debe ser con la venia de la directiva. Se sabe que los primeros acercamientos fueron más con la disidencia a Elizalde y provocando más de una tensión. Un ejemplo son los lazos con la diputada Maya Fernández o en los últimos días con la incorporación del senador Carlos Montes al comando. “Si hay una relación institucional va a tener un aliado, pero si pirquinea nombres, la relación será compleja”, advierte otro personero socialista. 

Este punto es clave, admiten en el PS, porque si hay conciencia de algo es que gane quien gane tendrá una administración muy difícil con la conformación del actual Congreso: apenas una frágil mayoría de la actual oposición en la Cámara y un empate en el Senado con la derecha. 

También hay otra posición en el PS, quizás una más escéptica, que marca la línea de que AD es otra coalición y que la mejor opción es hacer un pacto en el Congreso al estilo “portugués”. Esto en honor a la estrategia que implementó el primer ministro de Portugal, António Costa, quien con minoría forjó una amplia alianza de la izquierda con dos pilares claros: el apoyo mutuo en el Parlamento, pero sin incluir la participación de todos en el gobierno. Esto significó que las reglas se negociaran a nivel legislativo, alrededor de “grandes acuerdos” e iniciativas acordadas previamente. 

“Esto es una cosa que debe definirse, aunque tiende a predominar una opinión de que no corresponde sumarse, porque este es un gobierno de una coalición distinta. Es el gobierno de Apruebo Dignidad y ellos tienen que sacarlo adelante y nosotros apoyaremos desde el Congreso”, comenta a PAUTA el senador del PS Carlos Montes, quien desde la semana pasada forma parte del comité político del comando de Boric. 

De todas maneras, cualquier decisión debe pasar por un pleno del Comité Central después del balotaje. Sin embargo, el PS también se juega con este tema la convivencia interna. El debate lo encabezará una directiva que va de salida y esa decisión puede caldear los ánimos. De hecho, 15 días después del cambio de mando -el 27 de marzo de 2022- el PS tendrá la elección interna, donde se medirán los lotes para definir la nueva mesa que sucederá a la de Álvaro Elizalde.