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Mario Rozas: el general que llegó a reordenar Carabineros y se transformó en crisis

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Agencia Uno
POR Ana María |

El Presidente Sebastián Piñera agradece la labor de Rozas y nombra a Ricardo Yáñez como nuevo general director de Carabineros. Aquí describimos la gestión del dimitido oficial.

Durante un procedimiento policial en una Residencia Carlos Macera del Sename en Talcahuano, dos adolescentes terminaron baleados por carabineros. Ese hecho, ocurrido en la tarde del miércoles 18 de noviembre mientras en el Congreso subía la temperatura presupuestaria y se repartían carpetas y minutas sobre el retiro previsional ahora impulsado por el Gobierno, quebró el itinerario agendado por el Presidente Sebastián Piñera. En unas horas más debía asistir a una ceremonia precisamente en Carabineros.

La agenda del Presidente Piñera en la ceremonia de Carabineros. Suspendió su participación

Se trataba del acto para protocolarizar el retiro y el ascenso de generales de la policía, en medio de la reciente confirmación de un nuevo alto mando que continuaría con el general Mario Rozas Córdova a la cabeza.

La coincidencia le fue esquiva al general.

Durante la mañana del jueves 19 de noviembre, Rozas dimitió. “He aceptado su renuncia”, comentó el Presidente Sebastián Piñera a las 9:50 horas. Valoró su trayectoria en medio de un año tan complejo y le deseó “una buena vida”.

La conmoción pública causada por lo sucedido en Talcahuano se unió no solo a una lista de cuestionamientos al actuar policial en general, sino sobre todo reciente tras el estallido social. Organizaciones internacionales de derechos humanos convocadas por el propio Ejecutivo recomendaron cambios estructurales en la formación y desempeño del cuerpo policial, y La Moneda ha llevado adelante mesas e instancias para impulsar una reforma a Carabineros de la cual aún no existe una propuesta final.

La tarea del nuevo ministro del Interior, Rodrigo Delgado, no alcanzó a avanzar demasiado en su relacionamiento con el general Rozas.

La oposición había convertido al dimitido oficial en uno de sus blancos predilectos por la responsabilidad que le cabe en los diversos casos de connotación pública del último año. Tras los sucesos de Talcahuano, también hubo parlamentarios del oficialismo que pidieron la salida del ahora general retirado. Algunos han exigido el ingreso de una autoridad civil, pese a que los efectivos valoran una cadena de mando con ascenso sobre sus integrantes.

Quien asumirá en el puesto, sin embargo, será el general Ricardo Yáñez, quien hasta el miércoles era el subdirector de la institución.

El Presidente dijo que le pidió a Yáñez “impulsar con total compromiso y voluntad la modernización de Carabineros de Chile. Algo que todos sabemos es necesario, porque cumple una función fundamental”. Habló de que los policías “son la primera línea que defienden la vida de los chilenos”

Cómo llegó Rozas a ser general director

El 20 de diciembre de 2018, tras la resistida renuncia de Hermes Soto como general director de Carabineros en medio de la crisis generada por el crimen del comunero mapuche Camilo Catrillanca, el Gobierno cursó el retiro de otros 10 generales con el fin de comenzar el proceso de renovación del alto mando.

Soto duró apenas nueve meses a la cabeza de Carabineros y, a diferencia de sus antecesores en el cargo -la mayoría venía de la Escuela de Oficiales y habían sido edecanes presidenciales-, era un policía que tenía una carrera en el área operativa y también venía desde las bases.

Se pensaba entonces que sería él quien encabezaría la esperada reforma a Carabineros, la que comenzó a anunciarse desde el Gobierno tras el millonario fraude institucional en la Intendencia y aún no se concreta.

Pero, finalmente, el Gobierno traspasó esa tarea a Mario Rozas, un nombre que surgió tras el descabezamiento del alto mando y a quien en La Moneda conocían muy bien: fue edecán del Presidente Sebastián Piñera en su primer gobierno.

Fue una aspiración que, en todo caso, quedó truncada. Tras la salida de Rozas, Yáñez se convierte en el tercer general director de Carabienros en dos años.

Hubo otro caso de un adolescente que ya había dejado en vilo a Rozas: fue lo sucedido con el joven de 16 años que cayó al río Mapocho tras un incidente que incluyó un empujón de un carabinero el pasado 2 de octubre y por el que fue formalizado el policía Sebastián Zamora (22).

El ministro del Interior de entonces, Víctor Pérez, respaldó a Rozas, pero lo que terminó sucediendo es que fue Pérez quien renunció y hasta enfrentó una acusación constitucional que recién este lunes terminó desechada.

Esa acusación constitucional, presentada el 8 de octubre pasado por 13 diputados de oposición, fue lo que agudizó la situación de Rozas, que llevaba meses en un péndulo: a Pérez le imputaban, además de su manejo en el paro de los camioneros, falta de control jerárquico en Carabineros a raíz del incidente en el Mapocho.

Periodista y comisario en Isla de Pascua

Aunque Mario Rozas trabajó al comienzo de su carrera -entre 1993 y 1996- en el Departamento de Drogas O.S.7, asumió el alto mando con un perfil distinto al de sus antecesores, Soto y el general (R) Bruno Villalobos -quien salió el cargo tras el caso Huracán- y llegó a ser la cabeza de la institución después de haber sido director de Inteligencia. 

Al momento de ser nombrado por Piñera, Rozas era director de Bienestar de Carabineros. Y en su hoja de vida figura como jefe en tres comisarías: en Talca, Linares, Isla de Pascua y en la 17° de Las Condes. Además, en 2017 fue jefe de la Zona de Tránsito y Carreteras.

Pero su labor más pública fue como jefe de Comunicaciones de Carabineros, pues estudió periodismo e hizo un magíster.

Del estallido social a la academia policial

Rozas asumió el cargo en medio de varias crisis de Carabineros que se arrastran hasta hoy: el fraude institucional que alcanza los alcanza 18 mil millones de pesos, el crimen de Catrillanca y la baja de sostenida de credibilidad de la institución.

Una situación que se agravó tras las investigaciones por causas derechos humanos de la policía uniformada tras el estallido social del 18 de octubre de 2019.

En ese entonces, en medio de las denuncias en contra de Carabineros por su rol en la protestas, el 10 de noviembre de 2019 Rozas protagonizó una de las primeras polémicas: circuló un video en el que apoyaba a los funcionarios que estaban siendo indagados por la Fiscalía:

“Quisiera decir que todos aquellos que están siendo sumariados, que todos aquellos que están puestos en conocimiento del Ministerio Público, sepan que vamos a tomar todas las acciones, todos los resguardos, para que tengan el debido proceso y la defensa que todo el mundo tiene derecho”, dijo el general. Y agregó que ya había dispuesto para ello el trabajo de la Dirección de Justicia “con todos nuestros abogados” y que, si era necesario, también “coordinar con abogados externos, para tener la mejor defensa y poder clarificar estas verdades desde el punto de vista jurídico y desde el punto de vista administrativo”.

En agosto pasado, Rozas volvió a protagonizar una polémica que obligó a La Moneda a reaccionar: bautizó a la Academia de Ciencias Policiales (Acipol) con el nombre de “Rodolfo Stange“, exdirector general de Carabineros, exintegrante de la Junta Militar y acusado por obstrucción a la justicia en el caso “Degollados” por el exministro Milton Juica.

El general debió dar un paso atrás y el Presidente Piñera salió a explicar la situación: “La decisión de cambio de nombre de la academia la tomó el general director de Carabineros y la revirtió el general director de Carabineros”.

El caso Naín

Al momento de morir de un disparo en la cabeza, la mañana del 30 octubre, en medio de un corte por barricadas en la Ruta 5 Sur a la altura del sector Cantera de Metrenco, en Padre Las Casas, el cabo segundo de Carabineros, Eugenio Naín Caiumil, tenía 22 años y dos hijos.

Fue un grupo de 10 encapuchados quienes le disparon en lo que la Fiscalía de La Araucanía calificó como “una emboscada”. Su muerte provocó las reacciones inmediatas del entonces ministro del Interior, Víctor Pérez –quien superó una acusación constitucional– y el Presidente Sebastián Piñera, quienes condenaron el crimen.

También habló Mario Rozas. Dijo que sentía “rabia” e “impotencia” por la muerte del cabo: “Estamos dolidos, estamos sentidos, estamos abatidos porque ha muerto uno de los nuestros, el cabo segundo Eugenio Nain ha sido asesinado cobardemente por un grupo que no sabemos qué pretende para nuestro país”.

Sin embargo, sus sentidas palabras tuvieron como respuesta el rechazo del tío de Naín, el también cabo de Carabineros de La Araucanía Benjamín Olave: dijo que no los efectivos no sentían “apoyo” de Rozas y pidió que “se ponga los pantalones. No puede ser posible que un carabinero sin conocimiento de control de orden público vaya en un vehículo no blindado a un allanamiento”.